Estambul, Turquía. Estadio Olímpico Atatürk, sábado 10 de junio, 21:00h.
El partido futbolístico del año, final de la Champions League: Manchester City vs Inter de Milan.
El City dirigido por Pep Guardiola saltaba al terreno de juego con el siguiente equipo:
Ederson, Akanji, Stones, Dias, Ake, Rodrigo, Gundogan (C), De Bruyne, Bernardo, Grealish, Haaland
El Inter de Simone Inzaghi con:
André Onana; Matteo Darmian, Francesco Acerbi, Alessandro Bastoni; Denzel Dumfries, Nicolo Barella, Marcelo Brozovic, Hakan Calhanoglu, Federico Dimarco; Lautaro Martínez y Edin Dzeko.
Ataca el encuentro y los primeros quince minutos son para cambiar de canal; una final es una final ya todos les temblaban las piernas. El tropezón de Dzeko consigo mismo nos puede valer de ejemplo.
Fútbol de salón, el “jogo bonito” de algunos, el fútbol de los aplaudidores que van de entendidos, impositores e impostores escondidos con las palmas de las manos desgastadas y la lengua pelada no les diré de qué frente al fútbol de verdad, al del choque, al del sistema claro, al de la pasión, al de ir de cara a por la victoria por un estilo muy marcado. Fútbol del FIFA contra el fútbol de la calle y esta vez perdió el fútbol de verdad.
La suerte de escribir en nuestra revista es la Libertad de expresión: nosotros, yo en este caso, puedo decir lo que pienso y no lo que vende, lo exigido por el guion. Hoy iba claramente contra el City y eso que “mi equipo” italiano es el AC Milan…
Partidazo, como no cabía ser de otra forma, aunque no con los matices que la prensa esperaba; nada de meneo citizen, nada de alardes tácticos del catalán, nada de nada. En Inter fue mejor; se jugó en todo momento al ritmo de los de Inzaghi y el 0-0 al descanso y las caritas lo decían todo.
El balón solo conocía acento italiano salvo por algunos intentos de Grealish y el despliegue físico de Stones, un central blandito al que Guardiola ha colocado en el mediocentro para compensar todo su ataque y que parece la nueva panacea futbolística cuando Javier Clemente ya disponía centrales en su medio campo… Nadal, Alkorta, Hierro, Roberto Ríos, Sanchís,… ¿sigo?
En el 77, y cuando el Inter mejor estaba y peor el City, jugada muy buena de los “Celestes” cuyo rebote le llega a Rodri que la coloca al pelo izquierdo de Onana que tapado por dos de sus centrales no alcanza a detenerla y gol. 1-0.
En los 18 minutos restantes, asedio interista que tuvo hasta tres ocasiones para empatar pero no pudo ser. Final del encuentro y Guardiola gana su ansiada Champions sin Leo Messi. Le ha costado…
De entre los detalles del encuentro, enésima lesión inoportuna de Kevin De Bruyne, posiblemente el mejor centrocampista del mundo actualmente y que nunca está cuidando más se le necesita ni con su selección, Bélgica, ni con su equipo. Mala suerte.
El MVP de la Final ha recaído sobre Rodri, autor del único gol aunque el mejor del encuentro, sin duda, ha sido Stones por el City y Para este que escribe, Di Marco, carrilero zurdo del Inter, pero en esto de las finales, como en la vida misma, gana en que la mete…
Recital táctico de Inzagui y un nuevo encuentro vital en el que el “Cyborg” Erling Braut Haaland, no hace absolutamente nada. Curioso pero en semifinales tampoco apareció.
Partidazo de Brozovic y Nico Barella y destacar el partido de Nathan Aké, central zurdo que siempre pasa desapercibido pero es de los más seguros en su puesto.
Segundo triplete de Guardiola, el primero con dos equipos diferentes. Demagogia, sí, pero me encantaría ver a Pep entrenar a cualquiera de los equipos que han descendido este año, a ver si es tan Bueno como dicen.
Próxima parada futbolística:
Manchester City – Sevilla FC
Supercopa de Europa
Atenas, Estadio Georgios Karaiskakis
Miércoles 16 de agosto, 21:00h
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