
El Real Betis de Manuel Pellegrini volvió a demostrar por qué es uno de los equipos más fiables y competitivos del campeonato. En un escenario tan exigente como el Estadio Olímpico Lluís Companys, y ante un Barça que venía lanzado, los verdiblancos exhibieron personalidad, inteligencia táctica y mucho carácter para llevarse un punto de enorme valor (1-1).
Pese al tempranero tanto de Gavi, que aprovechó una buena acción de Ferran Torres para adelantar al Barça en el minuto 7, el Betis no se descompuso. Nada de replegarse o caer en el miedo escénico. La respuesta fue inmediata y con sello propio: intensidad, presión alta en momentos puntuales y un fútbol vertical que inquietó al conjunto local.
La recompensa llegó rápido, en el minuto 17, cuando Natan cabeceó con autoridad un córner servido por Lo Celso. Fue el gol del empate, pero también una declaración de intenciones: el Betis no iba a ser un convidado de piedra.
A partir de ahí, el plan de Pellegrini se impuso en muchos tramos del partido. Con un bloque compacto, sin perder el orden y sabiendo cuándo golpear, los andaluces lograron desconectar al Barça de su fútbol más fluido. Adrián estuvo imperial bajo palos, los centrales firmes en cada duelo, y el equipo, en general, transmitió madurez y solidez.
En la segunda parte, el Barça apretó con más corazón que cabeza. Tuvo ocasiones, sí, pero se encontró con un Betis que supo sufrir y resistir. Pellegrini incluso arriesgó con la entrada de Chimy Ávila, buscando el contragolpe, pero el foco estuvo en el equilibrio y la capacidad de aguantar el empuje local.
La única llegada clara del Betis en la segunda mitad fue un potente disparo de Natan en el 89’, que obligó a Szczesny a intervenir. Fue un último aviso de que este equipo no se conforma con empatar: siempre quiere competir hasta el final.
El pitido final certificó un empate que supo a victoria para el Betis. Porque no es fácil jugarle así al Barça, ni plantarse con tanto empaque en un campo grande. Lo del conjunto de Pellegrini no es casualidad: es trabajo, convicción y un bloque que sabe a lo que juega.
