Verséame bajito
con la tinta de los dedos
liberemos los resquicios
describamos cada anhelo…
Esos que yo te voy confesando
en un mar de caramelo…
cuando la vida me aleja de ti
y de ti
sólo albergo recuerdos
palabras
ensoñaciones
promesas…
desvelos
y los voy enumerando
en la cal de tus consuelos.
Verséame al amanecer
para sonreir entre lágrimas…
para acallar a los miedos.
Los que se maridan
entre azahares, cenizas, mariquillas y tientos
sobre una alfalfa
que una vez pisé
y se quedó alojada sobre mi pecho
esa sonrisa sonora
que me desarboló
por fuera y por dentro
y de la que me siento cautivo
cada vez que me la encuentro.
Verséame sobre las rayas de mis manos
sobre el cimiento de mis silencios…
los mismos que se escondieron
cuando me fui de ti…
siendo un desecho
pero saben,
intuyen,
claudican
ante el aroma de tus bamboleos.
Verséame por tus barrios
por tus callejuelas sin espejos
y releamos
juntos las sombras
que dibujan los caprichos de tus versos…
Esos que se escriben para ti
que nacen por ti
que riman ante ti.
Ya sean encorsetados
O ya sean con descuentos
Verséame, … quedamente
en la hoguera de un requiebro…
Y perdamos la locura
de amarnos sin miramientos…
Y convirtámonos
en dos amantes
en dos simples reos
en dos callados borrachos
en dos liberados presos
en dos aves de paso
en dos tintineos sin remedio.
Y frente al abismo de la luz
cogidos de las manos
Tú de puntillas
Yo entre nervios
nos gritemos a la cara:
eres la derrota más dulce que jamás huirá de mi cuerpo.
Verséame madrugadas
Verséame paseos
Verséame leyendas
Verséame murallas
Verséame alberos
Verséame trastiendas
Verséame por Triana
Verséame sin rodeos
Verséame a mansalva
Verséame, … Sevilla…
Que por un beso tuyo…
Ante la caída del sol
ante el ocaso de la luna
o ante el embrujo
de los Jardines de Murillo…
sigo dispuesto
a perder la cabeza.