
La 39ª edición de los Premios Goya quedará marcada en la historia del cine español como una de las más sorprendentes y emotivas. El Palacio de Congresos de Granada acogió una ceremonia llena de reconocimientos, sorpresas y momentos para el recuerdo, con un desenlace histórico: el premio a la Mejor Película fue otorgado, por primera vez, de manera compartida.
Las cintas “El 47”, de Marcel Barrena, y “La infiltrada”, de Arantxa Echevarría, recibieron el galardón ex aequo a Mejor Película. “El 47” destacó con cinco premios, incluyendo Mejores Efectos Especiales y Mejor Dirección de Producción, mientras que “La infiltrada” se llevó dos estatuillas, una de ellas para Carolina Yuste, quien fue coronada como Mejor Actriz Protagonista por su magistral interpretación. Este empate en la categoría reina no solo sorprendió al público, sino que también consolidó la diversidad y calidad del cine español actual.
En el apartado de interpretaciones masculinas, el Goya a Mejor Actor Protagonista fue para Eduard Fernández por su desgarrador papel en “Marco”. En las categorías de reparto, destacaron las actuaciones de actores como Nieves Álvarez y Luis Callejo, quienes aportaron fuerza y humanidad a sus personajes secundarios.
La gala también fue un momento de homenaje y reconocimiento a trayectorias internacionales y nacionales. Aitana Sánchez-Gijón recibió el Goya de Honor como tributo a una carrera marcada por su versatilidad y talento, mientras que el actor estadounidense Richard Gere fue galardonado con el Goya Internacional, destacando su papel como embajador global del séptimo arte.
Entre las curiosidades de la noche, se subrayó que “El 47” se convirtió en la segunda película en ganar el premio a Mejor Película sin estar nominada a Mejor Dirección, un hecho que no ocurría desde “El bosque animado” en 1987. Además, este ha sido el primer empate en la historia de los Goya en la categoría principal, lo que marca un precedente en la forma en que se valora la excelencia cinematográfica.
Granada fue, por una noche, el epicentro del cine español, dejando una huella imborrable en una edición que pasará a la historia como un ejemplo de innovación y homenaje a la excelencia artística. Los Premios Goya 2025 han demostrado, una vez más, que el cine es un reflejo vibrante de nuestra sociedad y una fuente inagotable de emoción e inspiración.
