Tempus fugit. Para el próximo Carnaval, aquella comparsa del eterno Capitán Veneno, Los Ladrones, cumplirá diez años desde su creación.
A pesar de que muchos pensaron que Los Ladrones nacían de una simple pataleta del autor por no haber conseguido un premio en el año anterior, aquella agrupación supuso un giro en la trayectoria de Juan Carlos. Tanto es así que gracias a Los Ladrones, Juan Carlos volvió al Falla en 2015 con una de las comparsas más relevantes de los últimos años, Los Millonarios. Es innegable que estos millonarios marcan un antes y un después, no solo en su propia trayectoria, sino también en la modalidad. Pero, es justo que antes de valorar aquella comparsa tan fresca que el Capitán nos regaló en 2015, seamos capaces de percatarnos cómo llegó hasta ahí, y para ello, es indispensable escuchar, entender y valorar Los Ladrones.
Contra el patronato de aquel momento, el Capitán Veneno decidió sacar a sus propios ladrones del concurso para poder distinguirlos de los que, según él, habitaban el teatro. Evidentemente, gran parte de la afición se indignó e incluso se negó a escuchar dicha comparsa por puro orgullo, porque no cantaban para Cádiz. Sin embargo, más allá de las críticas, Juan Carlos Aragón supo hacer de nuevo una obra, que trasciende el código carnavalesco. Una comparsa filosófica, profunda y con un mensaje implícito.
Aquel año 2014 queda como una anécdota más. Por supuesto, el autor nunca se arrepintió de haber actuado según su parecer, aunque para el resto, fuera un acto de rebeldía mal visto. Pero, después de todo este tiempo, las polémicas quedan muy atrás y lo que prevalece es la intención creativa del poeta. Así que, si aún, querido lector, no has escuchado Los Ladrones o no te acuerdas de su maravilloso popurrí, aquí te dejo algunas citas para reflexionar:
Que lo menos es morir, que lo importante es cómo vivas.
La vida no vale nada si no la vives como tú quieres.
La libertad es lo mismo que Dios, otra palabra vacía
que se la roban al pueblo los profetas y los reyes.
[...]
Que no te roben la juventud que es el único tesoro.
Que no te roben la juventud…
Que no te roben el camino interminable
que te queda por delante
que el mundo tiene alambradas que ponen los asesinos
y, o la cortas, o la saltas, o te quedas sin camino
y con la meta inalcanzada.
Y tu jamás en los caminos abandones
ni permitas que te roben
ese cachito de niño que llevas dentro de ti
como un hermano infinito y que sirve para ser feliz
en medio de tanto maldito.
[...]
Sin más… ¡Salud, carnaval y eternidad para nuestro añorado Capitán Veneno…!