
Contarán algunos lo que quieran contar, pero la realidad es la que es. En Sevilla domina el Sevilla Fútbol Club. Y a los hechos hay que remitirse. Sea como sea, y cuando sea…
Derbi y en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Todo al blanco, con matices rojos.
Nyland; Carmona, Nianzou, Badé, Pedrosa; Agoumé, Gudelj, Peque; Ejuke, Lukebakio e Isaac.
Echaba a rodar la pelota por el césped de Nervión y los nuestros, los del escudo con San Fernando, inyectados del sevillismo que reventaba las gradas, fueron a por el partido desde el minuto cero.
Comenzaron a sucederse ocasiones de gol, casi todo por la banda de Lukebakio que se iba de su par con extrema facilidad. En una de esas llegadas por la banda derecha, Carmona habilita a Agoumé que centra y tras un rebote le caía a Ejuke que anotaba. Locura…que el VAR paró por fuera de juego del 18 sevillista al comienzo de la jugada.
Por su parte, el Betis aprovechaba los despistes atrás de la zaga sevillista para crear ocasiones de peligro, todas bien resueltas por Nyland, que realizó un gran partido.
El partido estaba controlado por un Sevilla superior a su rival, pero al que le faltaba el gol y asustaba a la grada en las salidas jugadas.
Agoumé era el dueño del centro del campo, con Peque entre líneas, Ejuke encarando, Pedrosa y Carmona sumándose al ataque e Isaac peleando cada balón iba atosigando el Sevilla a los jugadores de verde.
Pero faltaba el gol… Que llegaría a los 5 minutos de la reanudación, de penalti por manos dentro del área, en posición antinatural. Penalti absurdo, pero mucho más claro que el que le pitaron el año pasado a Lukebakio o a Juanlu, por poner solo dos ejemplos.
Falta lateral a la altura del banquillo local, botada por Gudelj que remata Agoumé y el central con los brazos extendidos, desvía. Penalti que el árbitro no duda en señalar, el VAR lo reafirma.
Lukebakio, el más incisivo hoy, lo transforma engañando al portero y llevando el 1-0 al marcador a favor de tu/mi/nuestro Sevilla. Locura en Nervión.
Tras el gol, los cambios y la bajada de intensidad. La entrada de Jesús Navas hizo que todo el estadio se pusiera, de nuevo, en pie por nuestra leyenda.
El palaciego salía junto a Sambil, dando descanso a Isaac y a Agoumé, que hizo un gran partido y ¡¡a mí Agoumé me encanta, me encanta!!
Se notó la salida del francés, y se perdió algo de control del balón. Minutos más tarde Suso y Kike Salas entraron por Pedrosa y Peque, en lo que parecía un paso atrás del equipo.
Pese a que el partido se pudo sentenciar, sobre todo en una contra de Ejuke que cede a Lukebakio, que recorta y dispara desviado dentro del área; el Sevilla acabó sufriendo tras la expulsión por doble amarilla, otra más, de Nianzou. Marcao entraba para cerrar espacios, por Ejuke.
Al final, lo de casi siempre en los derbis, el Betis se va de vacío y el Sevilla FC ganando y dando una alegría antes del parón a su gente.
Esa gente que no dejará de proteger lo que es nuestro, el amor por unos colores, un escudo y una bandera, nuestro orgullo de ser sevillista.
PD: espectacular, una vez más la brigada Tifo.
