Acaba el verano y ya estamos pensando en montar el Belén y nueeeevamente el mismo discurso de todos los años: ¿los Reyes Magos fueron a ver al Niño en camellos o en dromedarios?
¿Qué los animales no sienten? ¡Pues yo quiero que me cuenten el mismo chiste que a éste!
+ No veas cómo ha cambiado el barrio…
= Ya no hay ni camellos, ahora hay dromedarios…
Mírate tú la tuya, ¡jorobao!
Toda la vida quejándome de la mochila que llevo a cuestas, y tú, formando parte de tu anatomía, la llevas con elegancia y sobre todo resignación.
Préstame un poquito de esa paciencia, que hace que seas elegante con joroba o sin ella.
Venerados y usados por magos,
el mito de Oriente, no te despiertes.
Sometidos por los humanos,
ocio y negocio, al calor son resistentes.
Libres y salvajes por los desiertos,
de las dunas son los mayores expertos.
Sobre la arena, bajo el sol y las tormentas,
no precisan mucha agua ni llevan vestimentas.
Confundidos por lo que llevan arriba.
Sola una, no llevan dos, se llama giba.
![](https://www.lamorada.pro/wp-content/uploads/IMG-20220901-WA0019.jpg)
Si ves un camello, te hace falta leer El Principito.
Ardió Notre Damme y nadie se acordó de ti. Ahora veo tu cara y pienso, ¿estás escondido en algún campanario por París o te has reencarnado en este dromedario? Divagaciones provocadas por este vino barato de cartón.
-Mamá, tengo que hacer un microrrelato, pero la foto no me dice nada…
+Mamá ve la foto: ¿Un camello?
-¡Un dromedario!
Parece que Melchor se ha olvidado de su dromedario, aunque él fue el único que vino en camello.