
Jorge Sampaoli es historia
El entrenador argentino que llegó a Nervión tras la destitución del anterior ocupante del banquillo, Julen Lopetegui, ha sido destituido de su cargo tras la sonrojante derrota en Getafe pero más aún por las sensaciones globales de no ser capaz de dar con la tecla y encontrar un equipo, un sistema, un once inicial, unos mecanismos capaces de asentar a esta plantilla, remontar los puntos necesarios para salir de la zona caliente del descenso…
Hemos pasado de un cabezota a otro cabezota solo que uno en las antípodas del otro y ambos han demostrado ser bastante pésimos en cuanto a actitud, adaptabilidad e incluso resultados según los últimos acontecimientos de cada uno.
Así, el 5-2-3 o 5-3-2 y la locura de cambios de posición se marchan para Casilda y posiblemente empiece a crecer la hierba en la zona técnica del Sánchez Pizjuan a partir de ahora…
La situación era y es crítica y Sampaoli consiguió sacar al equipo inicialmente de aquellos mecanismos heredados que tanto mal los han hecho pero las lesiones, su empeño en el sistema por encima de los jugadores lo han llevado al fracaso.
Se marcha uno de los técnicos que mejor ven y explican el fútbol e incluso la sociedad en la que vivimos y lo hace dejando una carta de despedida.
¡Suerte Jorge!
La carta de despedida de Sampaoli
Me toca decir adiós a una ciudad y a unos colores que llevo en el corazón.
Cuando me llamaron para regresar, pensé que era una buena opción para cerrar una primera etapa que, de alguna manera, había quedado abierta. Sevilla es el primer equipo en mi carrera en el que intento una segunda oportunidad. Y puedo certificar que, pese a que las circunstancias fueron diferentes, mi cariño por este escudo no se rompe y continúa siendo enorme.
Me voy con la cabeza alta por la actitud en todos los momentos, porque estamos en cuartos de final de Europa League y porque nos esforzamos muchísimo para sacar esta historia adelante. El fútbol no siempre nos devuelve con alegrías el insomnio que le dedicamos. Pero no tengo dudas de que valió la pena ofrecer y poner el corazón por este escudo.
Quiero agradecer a los jugadores y a cada empleado del club por habernos acompañado. No tengo dudas de que lograrán el objetivo.
Quiero que llegue mi gratitud a los hinchas por el empuje en el Sánchez-Pizjuán, donde este año nos hicimos muy fuertes. Es hermoso jugar allí.
Le deseo toda la suerte del mundo al Sevilla y le dejo un abrazo fuerte al entrañable sevillismo.
A Rey muerto, Rey puesto
El acento argentino en el banquillo ya es historia y llega José Luis Mendilíbar que ya ha aterrizado en la ciudad.
Otro vasco llega al vestuario para tomar el timón de la nave y con su juego ofensivo, directo, ser capaz de cambiar el rumbo de una embarcación que ve el iceberg gigante en sus narices y sigue negando la existencia de un problema. Problema aún mayor…
Retomamos las palabras que dijimos cuando llegara Jorge Sampaoli: no tenemos claro que sea el técnico idónea para la situación. Tal vez no haya ninguno idóneo porque el estado actual de la plantilla y el club, en general, a todos los niveles, hace prácticamente imposible que nada funcione.
Llega el técnico que mejor ha hecho jugar a Bryan Gil, el que le dio galones a Jordan y el que le dio la confianza a Dmitrovic para ser el portero que hoy en día es. Llega el 4-4-2 o 4-2-3-1 sin grandes alardes, con la defensa adelantada, extremos a pierna natural y centros a la olla. Tal vez con eso sea suficiente…
Mucha suerte al nuevo inquilino del banquillo porque a buen seguro, le hará falta.
