Y el sueño de Joan Laporta se desvaneció y el mundo de fantasía se dio cubre el muro de la realidad al día siguiente de ser amotinado su plan de viabilidad con la Liga de Fútbol Profesional y unas jornadas después de que Leo Messi jugara su último partido con el PSG.
Dicen que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible y poco más o menos es el resumen de esta historia de blanqueo de imagen de Laporta cuando desde un principio. Era conocedor de la imposibilidad del regreso del 10 argentino, por mucho que fuera la ilusión del campeón del mundo. Los números mandan…
Los números mandan y el Plan de Viabilidad de La Liga, debido a que no se encuentra dentro de los números establecidos en el juego, le exige al FC Barcelona a reducir su masa salarial que supera los 600 millones de euros. La autorización supone, en cambio, que pueda inscribir a jugadores como Gavi y Araujo, principalmente.
Al estar excedido en el coste de plantilla, las operaciones del club están sujetas a la norma del 40% y el 20%: que significa que por cada euro que ahorre en salarios de jugadores puede dedicar un 40% a inscripción de jugadores y por cada venta puede un dedicar 20%, un contexto que no ayuda al equipo culé a la inscripción de Iñigo Martínez, ya fichado, y a grandes movimientos en el mercado de junio como pretendían.
Mientras, dejando números a un lado, Messi tomaba su decisión, la más lógica, desechando a Arabia y a otro equipo europeo del que también recibió una oferta.
“No vuelvo al Barça, iré al Inter de Miami. Tomé la decisión que voy a ir a Miami. Todavía no lo tengo cerrado al 100%, falta alguna cosa, pero decidimos continuar el camino allí»
“Tenía muchas ganas, mucha ilusión de poder volver, pero, por otro lado, después de haber vivido lo que viví y la salida que tuve, no quería volver a estar otra vez en la misma situación: esperar a ver qué iba a pasar y dejar mi futuro en mano de otro, por así decirlo de alguna manera».
“Quería tomar mi propia decisión, pensando en mí, en mi familia. Si bien escuché que se decía que La Liga había aceptado todo y que estaba todo bien para que volviera, todavía faltaban muchísimas otras cosas que debían darse. Escuché que tenían que vender jugadores o bajar sueldo a jugadores y la verdad es que yo no quería pasar por eso, ni hacerme cargo de obtener algo que tuviera que ver con todo eso. Ya se me acusó de muchísimas cosas que no fueron ciertas en mi carrera en el Barcelona y ya estaba un poco cansado, no quería pasar por todo eso».
Y así se esfumaron el genio y la lámpara mágica de Laporta…
Leo Messi se marcha a Miami, al Inter de Miami, al equipo de David Beckham en un lugar donde no parece que la aclimatación personal y la de su familia vaya a ser un gran problema…
En las próximas fechas veremos si esta decisión “americana” arrastra a Sergio Busquets y Jordi Alba hacia allá o bien les conquista más algún otro proyecto económico.