Nueva jornada, Granada-Sevilla. Desembarco de Sevillismo en la capital de la Alhambra. Más de 2000 gargantas para animar al equipo de sus amores.
Comenzaba el partido un poco desenchufado del encuentro como últimamente. No se encontraban espacios, no se sabía cómo actuar, centro del campo perdido, bandas desactivadas, en resumen sin ideas.
Y entre tanta animación llega el primer gol de los locales. Sin ningún tipo de dominio, se vuelve a regalar una parte.
Comienza el segundo periodo con el mismo equipo y seguíamos sin ideas. En el minuto 10 se realizan los primeros dos cambios, entraban al campo Banega por Navarro y Aleix Vidal por Vitolo. Parecía que se iba arreglando la situación y en una internada de Vidal pone un centro y gol del Sevilla. Se desataba la locura entre los nuestros que desde un principio el Granada nos separó en dos gradas diferentes no se el por qué.
Continuaba el partido dominando pero sin llegar a definir. El último cambio fue Gameiro por Carlos Bacca. Se creó algo más de peligro pero se terminaría el resultado en tablas.
Un punto que no le sirve a ninguno de los dos equipos.
Destacar que la animación fue apoteósica dentro de la separación de las gradas. Resaltar también que al término del encuentro nos tuvieron retenidos como ratas al sol, sin ningún tipo de problemas aparentes. Por lo demás, me quedo con el canto nada más finalizar el partido, «Échale huevos, el jueves échale huevos»