En las dos últimas sesiones del Falla hemos vivido la aparición de una chirigota transgresora, arriesgadísima, muy golfa en su tipo y con mucha crítica en demasiado poco tiempo.
“Sácamela de la boca”, chirigota de Sise y Pelu, han dado que hablar, de eso no hay duda. Un cuarto de sadomasoquismo (o como se diga), donde el fundador es el Rey emérito luciendo un collar de pinchos y el mismo tanga de elegante que los miembros de la chirigota y con Carolina García como “dominadora” del grupo.
Tras este tipo agresivo, enanos incluidos, hay un gran trabajado de afinación y la chirigota sabe a Cádiz en su repertorio y maneras de cantar. Dicho esto, ¿vale todo en Carnaval? ¿Se han pasado de la raya? ¿Hay que respetar más en los tiempos que corren? Juzguen ustedes mismos…
Posteriormente, en la sesión de anoche, dos chirigotas poco correctas pisaban las tablas del Falla. Por un lado, la Chirigota del Cascana “No hay verano sin beso”, donde Rubiales, Jennifer Hermoso y el resto de jugadoras de la selección española representan una agrupación que nunca deja a nadie impasible. Y por otra, la chirigota “Carnaval, me cago en tus muertos”, un grupo de barrenderos contratados para limpiar todo lo sucio del carnaval. Grupo de Miguel Ríos y Víctor Jurado que el año pasado fueron “Los bipolares”.
Ambas agrupaciones, con un humor creemos que necesario, dan un punto diferente a lo que se está convirtiendo la chirigota de Cádiz y todas ellas con un grupo bien ensayado y letras que llegan, instaladas en el humor más negro.
Volvemos a preguntar, ¿son necesarias estas chirigotas o en 2024 hay que empezar a pensar en el respeto, la igualdad, los derechos o no ser tan agresivos? Yo lo tengo claro, díganme ustedes…