Tengo taitantos años y no deja de sorprenderme las críticas tan déspotas y crueles que tienen las personas mayores para con mi generación y posteriores…
Es increíble que absolutamente todo, sea una falta de respeto hacia ellos, falta de delicadeza… Antes me callaba pero ya no.
No consiento que se pose una mosca, lo sé, pero estoy cansada de tener que ponerme una mordaza en la boca, cuando me insultan ye tachan de mal educada por el simple hecho de pertenecer a mi generación…
Me he dado cuenta que nos insultan y rayan la humillación cuando se refieren a los «jóvenes» cuando vengo observando desde hace mucho que la mayor de las faltas de respeto la tienen ellos.
No se apartan si te ven cargada como una mula, no son capaces de dar un paso al lado para cederte espacio, son capaces chocarse contigo a sabiendas de que te van a tachar de culpable, porque consideran que eres tú quien tiene que apartarse, sin pararse un momento a observar tus circunstancias,o tú cansancio, tu agotamiento o tú cara de enferma si lo estás.
Se permiten el lujo de creerse por encima del bien y del mal. Si te ven paseando a tu mascota y echas agua malo, si no la echas eres un guarro o guarra, si recoges las heces deberías hacerlo antes, si no la recoges que asco de juventud.
Nunca contentos con nada que venga de las generaciones jóvenes, todos vagos, todos insensibles, todos malos.
Y es una pena, una pena que ya no tenga ganas de callarme cuando casi me pisan y no piden disculpas, cuando te miran perdonándote la vida. Esa que no recuerdan que su generación fue la que nos trajo al mundo.
La buena educación hay que mantenerla hasta el final de tus días, no edad no te permite el lujo de gozar de la impunidad absoluta de los malos modos que suelen usar al tratarnos al doblar en cualquier esquina.