El Atlético de Madrid salió vencedor este domingo 23 de octubre, siguiendo su habitual línea de juego. Los rojiblancos ganaron 2-1 a pesar de todos los intentos realizados por el Betis. Llegaron, encajaron dos tantos y de ahí en adelante se dedicaron a defender el marcador con una gran seguridad defensiva.
En la primera parte del encuentro, aún se veían matices de la calidad de juego de los de Pellegrini. Apenas sufrió atrás, los robos de balón se producían en su mayoría en campo contrario. Aunque no hubo apenas ocasiones claras, las sensaciones eran buenas entre la afición bética. Sin embargo, la falta de velocidad y la lesión de Luiz Felipe fueron inclinando la balanza hacia el lado opuesto, sumado a la falta de contundencia en las áreas.
En el primer gol del Atlético se empezaron a ver los fallos de Rui Silva, que tampoco fue capaz de reaccionar con suficiente destreza en el segundo tanto encajado. El cancerbero verdiblanco no estuvo tan afinado como había sido en los encuentros anteriores.
La segunda parte comenzó con gran verticalidad y técnica de Griezmann. Este fue el protagonista en ambos tantos del equipo del Cholo. La brillantez del Betis no se intuyó hasta que el marcador mostraba el 0-2, por un gol olímpico. Pellegrini sacó al capitán del equipo, quien junto con Fekir, que acababa de recuperarse de su lesión., supuso una gran activación al juego. Este último, a los pocos minutos de entrar en el terreno de juego, encajó en balón en la portería de Oblak como resultado de una falta. La adrenalina se mantuvo hasta el pitido final. La jugada en el 91´ en la que Álex Moreno remató al larguero desde el lado izquierdo fue propia de infarto.
La grada, que empezó la tarde con el dulce comienzo en el que se presenció una actuación del grupo Fondo Flamenco, rugía enfadada con el árbitro ya en la segunda parte, frustrándose incluso por las decisiones de los de Pellegrini. El Atlético, año tras año, es capaz de volver a repetir su juego y, con ello, los resultados.
Marina Martín (@marinnamarttin)