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De nuevo el más grande de Andalucía saltaba al Ramón Sánchez-Pizjuán para hacer muy bueno el empate conseguido como visitante en la jornada anterior. Con la vuelta al once de Trocho y de Escudé volvía tu/mi/nuestro Sevilla a poner el once más repetido en las siete jornadas disputadas  con la inclusión de Manu en el lugar del lesionado Negredo.

Volvía Nervión a presentar una muy buena entrada pese a la salvajada de los horarios marcados por las televisiones, excepto para el Real de Mandril y el Barca. ¿Jugarán los “grandes” a esas horas que nadie quiere? Hagan sus apuestas.

El partido empieza con mucha posesión del Sevilla, pero sin generar mucho peligro. Un remate en plancha de Manu a centro de Cáceres fue lo más destacado en los primeros minutos. Esa jugada comienza con una arrancada de Spahic desde campo sevillista con dos regates incluidos.

Poco a poco esta posesión genera más que ocasiones, buenas sensaciones. Mucho toque y mucha presión cuando se perdían el balón. Y en una recuperación sevillista, el balón llega a Manu, que encara a su rival, le regate hacia dentro y de tremendo derechazo clava la pelota en la escuadra izquierda del Gol Norte de Nervión. Primer gol oficial del jiennense con la sagrada casaca sevillista. Ha merecido la pena. ¡Qué golazo!

Tras el gol, el equipo va desapareciendo y las ocasiones llegan por parte del Gijón. Un centro que se envenena acaba rozando el poste de Varas, que vuelve a acudir a su cita con la parada de la noche en un remate a bocajarro de cabeza tras un córner. Minutos más tarde vuelve a detener un remate tras el quinto saque de esquina consecutivo.

En estos minutos andaba el Sevilla algo perdido tras la lesión de Perotti  (pinchazo muscular). Rakitic no aparecía y el juego era del equipo rival. Trocho pasaba a jugar en banda izquierda. Mientras Spahic, por aquello de la fama fue amonestado en una falta sin más, amonestación que le impedirá estar el partido de Barcelona.

Las únicas jugadas de peligro vinieron en centros de Navas, que no está a su nivel, y en jugadas de Trocho. El alemán anota un gol en claro fuera de juego tras remate de SQD. Y así se llegó al final de los primeros 46 minutos de partido.

La segunda mitad empieza con el Sevilla algo fallón en el pase, muy impreciso. Pero controlando el partido, Spahic demostrando su jerarquía y clase. Con un Navarro genial, ¿qué pasa Del Bosque? Será que no ve usted los partidos del Grande de Andalucía. Cosas.

Solo a balón parado creamos peligro, primero un remate de SQD tras córner de Rakitic es despejado por el portero rival. Y en la segunda llegó el segundo gol de la noche. Manos botada por Rakitic que remata SQD al larguero (que mala suerte tiene, buenos remates a los palos o paradones del portero) y el rechace la empuja a dentro Cáceres, también de cabeza. 2-0 y la grada se vuelve locaaaaa…y vamos a botar!!! Qué bonito y que envidia escuchar y ver la grada norte de Nervión sin para de botar.

Y en plena euforia, otra pérdida de balón en la salida, llega el gol del Gijón. Balón que pierde Trocho, llega a banda derecha y el delantero empuja el “pase de la muerte”. Una pena por Javi y su posibilidad de récord de imbatibilidad.

Tras el gol fuimos a por el tercero, un remate alto de Rakitic y un cabezazo desviado fueron los primeros avisos de que queríamos, y debíamos, más. Pero todo se quedó ahí, siendo el rival el que llegaba con peligro a la portería de Varas. El de Pino Montano realiza dos paradas consecutivas tras despiste defensivo y una falta no pitada sobre Kanouté.

El partido se convierte en un “correcalle” donde no terminamos de matar el partido. Una contra desperdiciada por Armenteros, que entró por Manu, y un remate lejano de Medel fueron los mejores momentos en ataque en sevillista.

Así llegaron los últimos minutos de partido, con Fazio (por Medel) despejando balones, con Kanouté recibiendo faltas y sufriendo mucho, pero mucho. Tanto que pudieron empatar el partido, un barullo en el área sevillista acaba en remate a la media vuelta y con la cita (otra más) de Varas con la parada de la noche. Otros puntos que se quedan gracias al canterano.

Al final Navas y Kanouté pudieron hacer el tercero. Pero lo peor ya había pasado. 3 puntos más que se quedan en Nervión, 12 de 12, seguimos invictos y en la parte alta de la clasificación.

Aun así, el equipo no termina de convencer. Por momentos hacemos un muy buen fútbol, pero nos vamos de los partidos, somos muy imprecisos en la salida y así llegan los nervios.

Como dijo Pierre Gassendi , “el miedo es una anticipación del sufrimiento” y quizás hoy tras descomponerse el equipo con la lesión, han venido los cambios, el miedo a no saber reaccionar y por ello hemos sufrido. Pero solo quizás.

 

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