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Visita al Camp Nou del Grande de Andalucía, orgulloso de sí mismo y de su tierra. Tan orgulloso que debajo del escudo de las dos medias lunas y San Fernando lo llevaba tatuado en la camiseta. Una pena esos pitos de la grada, de una grada que pide respeto hacia su sentir y su orgullo, pero que no respeta el de los demás y lo toma como un ataque hacía ellos. Perfecto ejemplo de la teoría del embudo.

Con un once más que lógico, viendo las bajas y el rival que había enfrente. Con la inclusión de Fazio como central (patidazo del argentino) y de Campaña en el centro del campo. Las bandas para Navas y Armenteros.

No había otra que salir encerradito atrás, ayudando al compañero en la pelea y tratando de salir rápido a la contra y jugando el balón, aunque sea en balones largos a Manu para que corriera. Había que ser solidarios y se fue con mayúsculas. Así sabíamos que iban a llegar sus ocasiones, pero no tan claras ni como a ellos le gustaba. Y cuando llegaban sus opciones de gol, allí estaba Varas, Don Javi Varas, para detener todo lo que le iba llegando, con las manos y con los pies.

La primera ocasión de tu/mi/nuestro Sevilla la tuvo Navas,  una cesión de pecho al portero culé casi la aprovecha Jesusito, que solo puede meter la puntera y para el portero. Pocos minutos más tarde era Armenteros que lo intentaba desde muy lejos y casi sorprende de zurda. Seguíamos cerrados atrás, presionando y saliendo rápido. En una contra un balón de Armenteros a Navas acaba en remate, flojo, a la escuadra que despeja a córner el portero. Una pena.

Pese a que el Barça era el que tenía el balón, no estaba a gusto. Se le notaba y tanto fue así que tuvo que cambiar su sistema para volver a una defensa de cuatro hombres, debido al peligro que llevaba el Sevilla por las bandas. Con este cambio mejoró mucho el rival, tanto que pudo adelantarse en un remate a bocajarro que como no despejaba Varas a córner. Que tuvo que despejar, en otra ocasión, un rebote en Fazio hacia su propia portería.

Acababa la primera parte con un Sevilla muy solidario en la brega e impetuoso en la salida, sin hacer faltas. Solo una en la primera parte, agarrón y amarilla para Navas, y fue en el minuto 41. Lo cual indica el gran trabajo defensivo del equipo.

Empezaba la segunda mitad con los mismos hombres, con muchísimos kilómetros más en las piernas pero la misma ilusión de seguir  trabajando para obtener un buen resultado. Aunque la tarea iba  a ser dificilísima. Y así fue, al Sevilla le costaba salir con la pelota jugada y empezábamos a perder balones fáciles. Así fue el Barça el que empezó a tener las ocasiones más claras. Y otra vez Varas salió al rescate. Despejó a córner un remate desde fuera del área.

Y para colmo llega Iturralde y se envenena del ambiente crispado del Camp Nou y saca en el minuto 56 amarilla a Varas por perder tiempo…en el ¡¡¡56!!! Una locura nunca vista, vergüenza que solo hacía presagiar lo que ocurriría al final.

Y empezaba el carrusel de cambios, mientras Javi seguía abortando las llegadas rivales. Coke saltaba al terreno de juego por Trocho, algo cansado y mandaba a Navas a jugar de enganche, siendo la banda derecha para el ex del Rayo. Minutos más tarde era Manu el sustituido, entrando en su lugar el Gigante de Malí.

Iturralde seguía a lo suyo, en una falta a Navas acaba sancionando a Cáceres por pedir la tarjeta, más que clara, para el rival. El público, ante la impotencia de sus jugadores, apretaba al árbitro y eso unido al cansancio de los nuestros empezaba a poner el partido más complicado para los intereses del Sevilla. Al que no le importaba nada era a Varas que seguía evitando el gol del Barça y despejando todo lo que le llegaba, en una ocasión fue SQD el que “remató” hacia la portería del canterano.

Y así pasaban los minutos, defendiendo, apretando y fajándose en defensa. Campaña, grande el canterano que debe ser titular, dejaba su puesto a Rakitic.

El Barça algo nervioso seguía creando ocasiones, un remate al larguero por fuera (aunque hubiera llegado Cáceres. O no) y una doble ocasión de Messi, primero de cabeza y luego con el pie que, cómo no, sacaba Varas. La jugada era invalidada por fuera de juego.

Y llegó la “ocasión” más clara del Sevilla en la segunda mitad. Una contra de Navas que deja solo a Rakitic, que se deja el balón atrás y no puede rematar a portería. Una pena. La volvimos a tener en otra contra, pero Jesusito se acelera y remate desde lejos en vez de jugar con Kanouté.

Se llegaba al descuento con el trabajo bien hecho, muy bien hecho teniendo en cuenta el rival y las diferencias económicas existentes. Y ahí pareció acabarse todo. Pero no, apareció Iturralde para señalar un penalti muy dudoso. El jugador cae en el área y si hay contacto, que lo dudo,  lo hay cuando el jugador ya está cayendo, o mejor dicho tirándose. Pero es muy fácil pitarlo y más siendo en el Camp Nou y siendo Iturralde. Era el minuto 91.

Ante el balón el mejor jugador del mundo y en la portería el portero en mejor forma de la actualidad. Entre medio aparecía Kanouté para distraer al rival y ganarse de paso una tarjeta amarilla. Y vino el lío.

El malí se enfrenta a un rival, que algo le tuvo que decir porque el Gigante no suele perder los nervios, y no cualquier cosa. Algo muy grave le tuvo que decir, con la boca tapada como los cobardes, para que Frederik saltase de esa manera. Al final fue expulsado por el agarrón del cuello y se perderá el próximo partido en casa.

Tras la tangana, llega el desenlace del penalti. El mejor jugador del mundo lo lanza a la izquierda de Varas y allí, de amarillo imponente, aparece el de Pino Montano para volver a hacerse más grande y demostrar su fidelidad diaria a la parada del partido.

Y con 10 seguimos sufriendo y más cuando Navarro no hace falta al borde del área, ya que toca balón antes, y recibe su segunda tarjeta amarilla. Otra expulsión y otra baja importante para el próximo partido. Con 9 defendimos esa falta y en el minuto 98 acaba el partido. Un empate a 0 que nos permite seguir invictos y con la media inglesa, y todo esto con rivales de entidad.

Y yo me pregunto, ¿cómo puede el Sevilla hacer 8 faltas en un partido y recibir 8 amarillas y dos tarjetas rojas? Esas cosas son duras de digerir.

Grandísimo resultado el obtenido por tu/mi/nuestro Sevilla para volver con el orgullo intacto, orgullo de ser sevillista, orgullo de ser andaluz y orgullo de ver a los tuyos dándolo todo y demostrando que ni jugando contra 12 podrán con nosotros. Y cómo no, orgullo de tener canteranos como Don Javi Varas. Espectacular lo hecho esta noche y la temporada que lleva, lo para todo. ¡Varas selección! ¿O tampoco lo sabrá Del Bosque? Cosas

16 puntos, invictos tras 8 partidos, con 4 victorias en casa y empatando todo lo jugado fuera. Solo 4 goles en contra y con unas bases muy marcadas. Casta, coraje y mucho corazón.

Como dijo Friedrich Nietzsche, “Pido pues a mi orgullo que siempre vaya del brazo con mi cordura. Y cuando me abandone mi cordura, pues le gusta alzar el vuelo, que mi orgullo vuele siquiera del brazo con mi locura.” Y tanto cuerdos como desatados por nuestra locura que siempre resalte nuestro orgullo sevillista.

 

AS_FdN