El Real Betis logró un empate (1-1) ante el Athletic de Bilbao en un San Mamés que exigió lo mejor del equipo sevillano. La destacada actuación de Rui Silva, elegido como el mejor jugador del encuentro, fue clave para que los de Pellegrini se llevaran un punto en un campo donde el Athletic se mostró dominador y generó numerosas ocasiones, especialmente en la primera mitad. La pareja de centrales, Diego Llorente y Marc Bartra, también fue crucial para mantener a raya al ataque rojiblanco y sostener el empate en un partido de máxima exigencia.
El primer tiempo fue una demostración del poderío del Athletic en su estadio. El conjunto dirigido por Ernesto Valverde salió con intensidad, imponiendo un ritmo muy alto desde el inicio y empujando al Betis contra su área. Los rojiblancos generaron numerosas oportunidades de gol que bien pudieron haber inclinado la balanza a su favor de no ser por la brillante actuación de Rui Silva. El guardameta bético se lució con varias intervenciones de mérito, mientras que Llorente y Bartra despejaron con solidez y evitaron remates claros dentro del área, defendiendo cada centímetro en un asedio constante de los locales.
Pellegrini entendió que era necesario ajustar el juego, y en el descanso hizo cambios tácticos clave que lograron estabilizar al equipo. Con un centro del campo reorganizado y Fornals asumiendo un rol más defensivo, el Betis recuperó algo de control y redujo la presión del Athletic, mejorando en posesión y logrando crear sus primeras llegadas de peligro.
En la segunda mitad, el Betis aprovechó una contra rápida y consiguió una clara oportunidad para ponerse 0-1, con un gol de Fornals tras un pase de Assane Diao. Sin embargo, el Athletic continuó atacando y generando ocasiones, y finalmente Berenguer igualó el marcador, rematando de cabeza un centro desde la banda.
El empate supone un punto valioso y refuerza al Betis en su lucha por consolidarse en la parte alta de la tabla. Este partido deja lecciones importantes para el equipo de Pellegrini, que vuelve a Sevilla con un “puntazo” en su cuenta y con la satisfacción de haber mostrado resistencia y carácter en San Mamés. La defensa, liderada por Bartra y Llorente, y el papel determinante de Rui Silva consolidan una actuación sólida en un escenario donde es difícil puntuar.