Nada esta quieto nunca, en este continuo ir y venir, el destino, al igual que los bombos de la suerte, reparten premios continuamente, y curiosamente, aun sin haber comprado participación alguna, te toca y lo aprovechas o lo descartas.
Llevamos nuestras proas a rumbos dispares, vivir tiene todos los tipos de vientos y es arte marinero conseguir que nuestras velas carguen éstos en las mejores condiciones posibles, ciertamente, no desventarse.
Ayer, hace un mes, los niños de San Ildefonso, vestidos con la negra bajo ovino, sacaron el premio gordo, mi premio, coincidiendo con el día grande de Abril aquí en nuestro Zurraque trianero, que como boya de recalada, consiguió que un bergantín-goleta, con todas sus velas izadas de preciosas maneras y muy marinero en sus maniobras, fondeara por unas horas junto a un Cachorro que decidió quedarse varado ese día al principio de río Castilla, para que algo bello se produjera, como que este Comodoro en la mar, y cada VSanto en su tramo delante de Patrocinio, y sin ni siquiera teniendo la llave del faro para abrirlo, pudo coger un cabo lanzado cuya mena, al tacto hacía que todo transformara aguerridos días de navegación sobre mares confusos, para de repente, sentir esos momentos placenteros sobre aguas tranquilas y vientos frescos, dadores de entusiasmo y proveedores de ganas de navegar con derrotas ciertas hacia algún puerto definido.
Aquel día se convirtió en una bocanada, y lo que empezó siendo una brisa, se esta convirtiendo en una brisa, y digo bien. Se mantiene como tal y es magnifico para navegar. A veces, debido a puertos distantes, algunas turbulencias provocan que las velas flameen, pero éllas solas, van queriendo orientarse.
Hoy hace un mes que Mi Rodrigo de Triana gritó TIERRA…hace un mes que parte de mi tripulación descansa porque saben qué derrota tienen que seguir…hoy hace un mes que mi segundo de abordo, me quitó las ganas de fondear a 6 millas del puerto que se convierte en base cada cuaresma…hace un mes que recupero mi adolescencia más autentica…hoy hace un mes que reconozco que mi proa tendrá por fin una preciosa sirena de sonrisa salada…hace un mes que mi latidor, aunque más agitado que antes, bombea con firmeza…hoy hace un mes que te conozco y después de tantos sentimientos disparados, puedo decirte que TE QUIERO, sin medidas pero BIEN, con una adolescencia experimentada, eso hace que el relativo control de esta situación, y digo relativo, dispare más si cabe todas las sensaciones, convirtiéndolas en sentimientos ciertos y auténticos…YA HACE UN MES
Para MTT
inmaculada says
23 mayo, 2011 at 10:17de verdad que estoy encantada de haber leído este relato maravilloso que espero se siga desarrollando hasta el infinito. ¿qué te puedo decir?, que este sueño que estás viviendo siga siendo una realidad palpable y que tu adolescencia continúe por mucho tiempo. Te animo a que sigas escribiendo pues no lo haces nada mal y además te deseo lo mejor y qué narices ¡que te quiero¡
el guerrero says
23 mayo, 2011 at 11:43Tu guerrero, transformado en Niño de San Ildefonso por unas horas, y siendo tu fiel segundo de abordo para la eternidad, está en disposición de decirte que tras leer esta declaración de intenciones, de amor eterno y pleitesía perpetua, tiene los vellos como palos mayores en esas cubiertas brillantes comandadas por el mejor de los Comodoros posible. Mi piel está requemada y ajada por los vientos que traen el salitre de Alta Mar; esas mareas que murieron en la orilla trianera trayéndote una ráfaga de vida.
Los vientos mediterráneos me susurraron al oído y me hice eco de éllos, para convertir en destino una preciosa historia entre un marinero sin rumbo y una sirena perdida por los mares del Sur…
Ese mismo día, tiré al Guadalquivir el Bombo de la suerte, oxidado por la carga de oxígeno que había en el aire para que nunca más vuelva a rotar y depare una nueva bola…
Me congratulo de ver cómo uno de mis hermanos de Tribu, ya clan, dedica su tiempo a cumplir con el único mandamiento de La Morada: hacer felíz a los demás, y en este caso, sólo a ti…
el filosofo says
23 mayo, 2011 at 13:44Que te digo Comodoro…que te digo yo, tu Filósofo, si no entiendo de mares, de corrientes ni tengo la costumbre de jugar a la Lotería. Lo más que conozco a los Niños de San Ildefonso es cuando me disfrazo de sillero en Semana Santa.
Me alegro que algo de esa ola de amor me haya salpicado, pero sobre todo me alegro que hayas puesto rumbo fijo en la búsqueda de tu tesoro, que espero que sea como tu te mereces, porque más es imposible.
Como dijo Johann Wolfgang Goethe, «A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será»
Ahora mucha agua dulce y que florezca. 🙂
MoraDama says
23 mayo, 2011 at 14:04Por fin…
Por fin un post de nuestro Comodoro cargado de sentimiento, que nos transmite su estado de ánimo.
Por fin un estado de ánimo que estaba luchando por resurgir pero se ha encontrado con muchas barreras hacia su salida.
Por fin un premio que te ha cambiado la vida… que te ha cambiado… que, en cierto modo, te ha liberado.
Por fin tu cara refleja ilusión, tus palabras transmiten amor y tus actos locuras, esas locuras sanas y románticas.
Por fin…
Como hermana de esta Tribu y como amiga me ha encantado leer este post, post que llevaba esperando meses y meses. Me alegro mucho de este nuevo rumbo que emprendes/emprendéis y deseo de todo corazón que lleguéis a buen puerto y ancléis en él por siempre tú y TTT.
Mayte says
23 mayo, 2011 at 17:41Comodoro tuve la suerte de conocerte, no hacia mucho que iniciabas tu viaje marinero y ya se te veía, se os veía como dos adolescentes «enchochados», lo cual me hacia gracia y me encantaba. Enhorabuena por tu post, ppor tu mes y por tu enamoramiento.
Luiki says
27 mayo, 2011 at 09:47Y es que el amor es esa infame y narcótica experiencia que por un espacio indefinido nos obnubila, exacerbante e irremediable, que puede variar el rumbo de la vida hacia cartas insospechables. Una vez leí que estar enamorado debería ser causa de baja laboral temporal, pues el estado es tal que nos impide desempeñar cualquier tarea con mediana eficacia. Para dos cosas no parece estar preparado el ser humano, para la muerte y para el amor, cada vez menos para el último y más anestesiado para el primero. La plenitud del sentimiento se asemeja a una esfera en su perfecta geometría, el lugar geométrico de los puntos en el espacio que equidistan una constante llamada RADIO respecto un punto llamado CENTRO, a la manera de el lugar de las emociones que equidistan una constante llamada EQUILIBRIO respecto a un punto llamado EGO. En el doble sentido eterno de las cosas que el ser humano culturiza, en las oscuras aguas pantanosas que de repente se renuevan con un caudal salvaje de aguas nuevas de Mayo, en el descuido que las frugales apariencias nos revela, ahí, en el significado reaprendido, recordemos que el hombre es débil en el verso y éste en la palabra.
Un abrazo a todos.