Pienso en ti diariamente, estás en mi vida formando parte de mi rutina. Estás mientras cocino y pienso en la última vez que lo hicimos juntos. Aquel simple plato de arroz con cebolla y huevo, simple pero sabroso. Como para mí fue el camino que unió nuestros destinos.
Estás, aunque no lo sabes, en mis decisiones más personales, en mis mejores y en los malos momentos. Siempre hay un hueco en mi ser para tu recuerdo.
Me he acostumbrado tanto a tu “presencia” que hasta hablo contigo, intuyo cuáles son tus respuestas y lo que harías, sirviéndome de ejemplo para mis acciones. Tanto absorbido de tu persona me facilita bastante esas “conversaciones”. Recuerdo cada gesto de bondad que tuviste, cada trato de amor que diste y cada pequeña gran sonrisa que alegraban los corazones de los que te rodeaban.
A veces, cuando mi mente mira atrás en el tiempo, me arrepiento de no haberte acompañado siempre. De no haber sido el perfecto compañero de tu viaje hacia la eternidad de tu alma. Y duele, y lo hace con tanta violencia que me destruye por dentro. Menos mal que con el lloro de un corazón abandonado se calma temporalmente esa pena.
Que de canciones suenan en mi banda sonora diaria que me recordaron a ti en mi distancia y que hoy son imprescindibles para sobrevivir a la pena mía.
Yo, que solo quise vivir una ilusión que me acompañaba desde pequeño, vi como lo más importante, mi destino más cercano , se me escapaba de las manos y yo en mi incoherente pasividad no hacía nada por detener su marcha. Sigo en esa ilusión de infancia, aunque ya sea una realidad, pero sin el rumbo que dirija mi destino, ese que tenía marcado, paso a paso, hasta que la libertad de nuestras almas se fundieran en nuestra química.
Ahora solo me queda imaginarlo, pensar cómo sería todo y cuanta felicidad revolotearía por nuestro alrededor. Como siempre había pensado, cumpliendo ese sueño de vivir a tu lado.
Y sufre mi alma, se encoge buscando hacerse tan pequeña que nadie pueda verla ni sentir su tristeza. Gimotea para sus adentros, en silencio, en presencia de un corazón que late más aprisa tratando de apaciguar su malestar, como dándole cariño.
Con el tiempo se acostumbra y, como un niño pequeño que se cansa de llorar cuando no le atienden, el dolor se esfuma, se queda en una burbuja que lo mantiene aislado de los sentimientos más profundos. Por supuesto que no se marcha, y al más mínimo detalle la burbuja explota y con ella la furia del dolor retenido, ese que parecía ausente pero que renace con una mayor presencia. Y más si te veo…
No por verte, que me alegra y me hace olvidar mi realidad, sino por ver mi vida desde fuera. Siendo yo el protagonista sin serlo, viéndome y no siendo yo el que veo. ¿Dónde estoy? No lo sé, pero sé que en tu vida no.
Ya no soy el protagonista de tus despertares, y por mucho que pase el tiempo, no puedo, no quiero ser un actor secundario en tu viaje. Porque me mentiría a mí mismo y también lo haría a mi amor por ti, convirtiendo ese amor en un recuerdo pasado, y a eso no creo que sobreviva mi alma.
canijo de triana says
17 agosto, 2011 at 00:27No sabes como te entiendo…a mi un dia un amigo que tenemos en comun me dijo algo que en ese momento no me consolaba, y es que el tiempo pone a cada uno en su sitio y le da lo que se merece. Y yo y el tiempo sabemos lo que tu te mereces, que es mucho. Un beso enorme de tu hermano canijo liverpooliense
el filosofo says
17 agosto, 2011 at 15:27ya se que me entiendes…de hecho creo recordar que viví contigo tu experiencia…pero cosas de la vida tu ya tienes tu fecha mágica y yo sigo todavía con el mal recuerdo..pero con gente como tu la cosa va mejor…mucho mejor! un beso grande!!
Ladrillo says
17 agosto, 2011 at 17:08querido Ángel Simón que tanto hablas de quién más añoras, nunca escucho que hables de tus grandes retos que con esfuerzo logras… Parece que tú vida carece de sentido cuando eres el que más sonríes. Es bonito hablar de compartir vidas, porque sinceramente, compartir es muy placentero… Pero nunca el destino esta dispuesto a desvelarse. (Opinión del ladrillo)
el guerrero says
17 agosto, 2011 at 20:41Iba a ponerte querido filósofo, pero eso ya lo sabes…Ladrillo en parte tiene razón, y mucha…en aquello de que nunca, quizás eso sea exagerado, pero la mayoría de las veces te metes en ti mismo con este asunto, principalmente. Es duro, posiblemente más jodido que duro, pero la vida es así, por eso un tío positivo como tú, feliz como tú eres, aunque con tus ratitos chungos, tiene que dejar que los días te traigan vientos nuevos, vientos de felicidad, de alegría, de colegueo del bueno y pasar la última página del tomo anterior. El prologo fue bueno, la introducción genial, el cuerpo de la historia lo mejor, pero al llegar al penúltimo capítulo todo se truncó, y se truncó porque la vida es así de curiosa, o de jodida.
La última página, ésa es la que tienes que pasar, y a ser posible sin leer, sin hacer anotaciones, pásala y pinta una sonrisa a la contraportada; tu vida avanza, y tiene que evolucionar conforme pasan los minutos….
Sólo pido para ti que el 17 del presente mes lleve a tus manos esa última página, y mañana empieces a escribir, como tú solo sabes hacer, en letras bien grandes, el siguiente tomo, que aún sin título, está ahí esperando tu pluma. Un abrazo y si necesitas tinta, aquí me tienes…
el filosofo says
20 agosto, 2011 at 20:10las páginas se van pasando y otras se van escribiendo..pero a veces hay golpes de viento que las hacen retroceder y quedarse, con el peor de los separadores, en las páginas más amargas…
gracias siempre por tu/mis/nuestras tertulias… un beso!
Comodoro says
18 agosto, 2011 at 09:27a HRB: 09:12
Angelito y Filosofo.
Ayer cuando lei tu post senti cierta tristeza, quize haberte comentado pero te aseguro que no encontre palabras, porque con toda seguridad, éstas hubieran servido de poco, ya que estos duelos, por los que tu estas terminando de pasar, y tu lo sabes, solo permiten recrear una y otra vez, esas vivencias tenidas, con esa persona, quizas sobrevalorada, y digo QUIZAS con todos mis respetos, que te hacen mantenerte al pie del cañon de una batalla ya pasada y que si te paras en seco y lo piensas bien, y seguro que lo habras hecho muchas veces, nunca seria lo mismo si las cosas se hubieran acercado. Ya nada es lo mismo cuando se acaba. Seguir creciendo es siempre lo mejor, y tu, como ya lo sabes en lo mas profundo de tu alma, te estas limpiando por dentro, para que cuando llegue de nuevo el amor, las emociones, los sentimientos desbordados, seas capaz de verlos. Ella no se los llevo porque esos siempre seran tuyos y tendras la gran suerte, tu tambien claro, de depositarlos en otro corazon donde, y por fin, podras descansar placenteramente.
Un abrazo, aqui estare y gambrinus fresquitos
PD.: Mucha fuerza hoy para los nuestros que estaran mas cerca de ti…GOL NORTE
el filosofo says
20 agosto, 2011 at 20:09Grandes y reconfortadoras tus palabras como siempre Comodoro… todo lo que dices es cierto, estoy saliendo pero hay fechas señaladitas en el corazón y ante eso mi alma no puede. volveré pronto por mi tierra donde espero disfrutar de tu presencia…con unos gorditos bien frescos!!!
un beso grande!