Escribir trabajando

Pues lo normal diréis muchos -¿No?- Si estás trabajando lo normal es que tengas que escribir un informe, un impreso, una nota, un correo electrónico o algo en alguna pizarra para que los pequeños lo entiendan…

Pues no, no me refiero a las obligaciones lógicas que suponen el desempeñar un trabajo ni a las letras que salen de tu puño o de algún teclado, grisáceo y amarillento a partes iguales, que demuestra que el paso de los días están presentes, que lo usas mucho y en ultima instancia, que el equipo de limpieza de la empresa deja mucho que desear…

Yo me refiero al placer de poder escribir lo que te sale del alma en horas de trabajo.

No descuido ni un solo instante a mis alumnos, al contrario siempre pendientes de ellos por el bien de los dos. Pero ese placer que supone que ellos estén cumplimentando su tarea y tú, mientras ellos están a lo suyo, tener unos minutos para poder plasmar tus ocurrencias, darle forma y crear un texto atractivo no tiene precio.

Son minutos interrumpidos cada dos por tres, evidentemente, sus dudas deben ser resueltas al instante, pero al siguiente, si ellos están concentrados en su misión, tú a escribir. Y son momentos de calma interior, de capturar tu mosqueo y canalizarlo en forma de palabra, de decirle al mundo lo feliz que eres o sencillamente escribirle a la Primavera…

Si tenéis la oportunidad de sentaros tranquilamente unos minutos delante de un papel, o frente a la pantalla de un ordenador, no dudéis en dar riendas sueltas a vuestra imaginación…, y si ya lo podéis hacer publico, mejor que mejor…

Yo conozco a uno que necesita un parque, un banco de madera o un aeropuerto para escribir sus cosas….¿Verdad Filósofo?

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