Necesito despertar de nuevo, necesito que me saquen de este sueño que se ha ido convirtiendo en realidad que me atormenta, realidad que nunca quise y a la que acabé acostumbrándome casi por obligación y por dejadez personal. Yo solo no puedo.
Que alguien me tire un cubo de agua helada por la mañana y me saque de la cama a empujones, con la ropa de estar por casa, sin babuchas y con la cara hinchada del recién despertar. O que acuda a mi llamada cálidamente, con dulzura pero sin compasión alguna, hablándome y dejándose escuchar.
Que sean mis pies los que toquen la tierra y no mis pensamientos, que fluya la conexión con mi espiritualidad terrenal más allá de mi cuerpo, evaporaciones de amor a través de mi coraza, sin fronteras en mis poros y sin banderas en mi piel.
Ojalá me duela el corazón, me ardan las mariposas y sea el fuego el que se apodere de mis entrañas, sin extintores a los que acudir. Que el infierno transforme las buenas intenciones en batallas reales sin misericordia. Ojalá me muerdas y sangre, que acabe lleno de señales eternas de las que presumir cuando despierte rodeado de mis sinsabores. Bien visibles, sin rencores.
Mil ráfagas de viento que aireen todo a mi alrededor, que tumben los escenarios de mi vida y los hagan desaparecer. Que en su movimiento traigan otros nuevos, pero que algún día cambien otra vez, sin destrozos ni dolores, pero con los protagonistas de mi vida fijados a los pilares de mi ser. Que lo efímero sea eterno y no haya nada para toda la eternidad.
Con la única compañía de mi inspiración, solos los dos en mis momentos de soledad, y que hasta ella me dé la espalda y vague sin rumbo tan pronto como acabe nuestra conversación. Sin mirar atrás, sin querer avanzar.
Si no siento nada me convertiré en ella y ella siempre está sola, perpetua en su silencioso habitar. De que me sirve querer si no ardo con el fuego más bravo, ni me mojo en el agua que sosegada mansea en su reposo. De que me sirve poder amar si no fluyo con el viento en la dirección que él quiera, buscando mi tierra y la tuya, y juntos la alianza perfecta de la felicidad.
ÁS_FdN
Melva Hernandez says
23 mayo, 2012 at 06:20El amor que atormenta la coraza que deberia estar siempre para que no pase nadie esa muralla la Soledad con la cual debemos aprender a vivir no creo te de la espalda pero si no hay que dejar que te gane !! Saludos mi Filosofo que buen articulo como siempre !!!
Rosario Ralda says
24 mayo, 2012 at 02:51buenisimo artículo