17-11-1990

Este fin de semana se ha producido un evento que tiene que ver con la anual toma de conciencia de que un año cada vez parece que dure menos. Seguro alguno de ustedes ha llegado a este convencimiento de que, joder, ¿ya ha pasado un año?.

Pues este día que puso una marca en mi vida, que será un tatuaje de tintas de todos los colores, hizo 22 años que entré en el libro de los que consiguen un trabajo para el que no hay formación, sólo sentido común y corazón, y a veces ni eso.

Una efemérides que desde el instante cero segundos, en la que te empiezas a hacer cábalas de la edad que tendrás según que eventos, te va haciendo reconocer que el Día-Vida ya no te pertenece del todo y que el cumplimiento de este “contrato”, al que no le afectan los “recortes”, se convertirá en indefinido. De alguna manera nos funcionarizamos en una tarea sin “ventanilla”.

Preguntas del tipo…¿Qué edad tendré yo cuando él tenga…, por ejemplo 22?. Pues si tenía 29, imagínense el susto que me dio descubrir la respuesta. Pero te engañas concluyendo que aún queda mucho para eso…je, je y otra vez je…y de regalo os digo que socorro.

De pronto tomas conciencia de que recuerdas cuando tú tenias esos insultantes 22, y tu padre los que tú tienes ahora, y descubres acojonado que tu padre tiene 85…socorro de nuevo porque casi ni te has dado cuenta, por lo tanto, y si no hay novedad grave, cuando el que tiene 22, que ahora tendrá los míos, te dirá cosas como…”padre no hace falta que te des prisa a ver si te vas a caer”…socorrooooo…

Bueno, que todo sea eso…pero mientras tanto, te deseo desde estas líneas, que este año sea MAGNÍFICO, y que tu insultante juventud te dé el vigor necesario para que tu esfuerzo, te remunere tu merecida ubicación de Vida.

Te quiero Chaval…para PRuizL.

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