Los caprichos del destino que te hacen desistir…
Una historia se me viene a la cabeza al ver una imagen que nunca debió de existir. El caminante cansado de caminar se aleja de su camino desesperado de tanto deambular sin conseguir su premio.
El «probe» caminante que lleva años luchando por su familia y por él -y en ese orden- arroja las zapatillas de buscar porque agotado, no tiene fuerzas de seguir a la brújula de su destino; un destino gris ennegrecido que nada tiene que ver con las esperanzas de felicidad que el ingenuo tenía cuando entró en su facultad.
El oro y el moro eran su objetivo final en la vida y el motivo de sufrir tantos años de carrera para formarse. Nada más lejano a la realidad que se iba a encontrar ese joven.
Los años pasaron, la felicidad de muchos lo hacían mirar al futuro, aún, con esa alegría del que piensa que cuando todo acabe, todos sus «problemas» se acabarán. Si hubiese sabido lo que le esperaba…
La situación actual me hace echar la cara atrás y arrepentirme de estudiar lo que hice, del esfuerzo titánico para lograr mi objetivo visto que el presente -y el futuro a medio plazo- se presenta duro para todos.
Para ser totalmente sincero con todos ustedes, sólo os voy a decir que el caminante no soy yo y que rendirse es de cobarde. La verdadera razón por la que el caminante tiró sus zapatillas de buscar no os la diré… que el optimismo de cada uno decida si el caminante encontró lo que buscaba o se rindió.
el filosofo says
24 enero, 2013 at 14:12El caminante puede ser cualquiera en los tiempos que corren, y si es buen caminante no se rendirá jamás.
Yo todos los días me calzo las zapatillas de buscar, los pantalones del querer, la camiseta del poder y la ropa interior ya depende del día. 😉
Gran post, que hace penar muchas cosas…