Sí, post religioso-cofrade con 38ºC, sí…
Domingo, tres de la tarde, pasamos por una callejuela del barrio de San José Obrero y nos encontramos el portón de un garage abierto de par en par y un grupo de amigos entrando y saliendo.
Por azar del destino nos detenemos y cual fue mi sorpresa y la de mi familia que vemos un palio de menores dimensiones a lo establecido y un grupo de improvisados priostes dándole las últimas roscas a una candelería que relucía con los rayos de sol que entraban.
Cuando me refiero a un palio, no hablo de cuatro telas y un techo, no, me refiero a frontal, trasera y banbalinas bordadas en hilo de oro que lo ha realizado una vecina del barrio que colabora con el proyecto. Y bien digo proyecto, porque ni tan siquiera hablan de asociación.
Una parigüela con cabida para 12 costaleros pre-adolescentes que pasearán el próximo sábado, esta maravillosa réplica de Gracia y Esperanza -más pequeña- con una fe que supera la de sus mayores; esos mayores, todos perfectamente trajeados, que se pierden en reuniones de Consejos de Cofradías, Años de la Fe, pines en las solapas y golpes de pecho y que realmente se olvidan de lo importante que son sus Titulares en los tiempos que corren.
Qué envidia ver a esos seis o siete amigos trabajar al unísono, entre risas, cubos, cepillos y algún refresco para poner a la virgen de sus amores a la altura de una ciudad que se pierde en otros menesteres más cercanos al postureo que tan de moda se ha puesto ahora, que de acercar la fe al pueblo.
Una imagen pequeña, réplica de una ya existente…suficiente para enseñar que se puede tener fe y esperanza en una nueva generación que debe hacer ocultarse a «petaitos» y «enchaquetados».
Mi familia se quedó prendada con la imagen y el palio; yo vi una hermandad en siete personas que parecían una legión de 70.000 simplemente con ver el trato que nos dieron en la puerta de su casa-garage-hermandad.
Ni que decir tiene que aproveché para intercambiar un par de estampas de mis titulares y la ilusión de que unos hermanos del Cachorro se pararan a contemplar y admirar su imagen y su trabajo se dibujaba en sus caras de orgullo.
Feliz de ver que el espíritu más puro aún puede competir con …. bueno ya sabéis, con todo eso que tenemos ahora.
Deja una respuesta