Un punto, un gol en el minuto 88 cuando el rival ya jugaba con diez por expulsión clara de su portero, un empate que nos hace seguir siendo líderes e invictos en la Europa League, un punto que no debe de maquillar el partido de tu/mi/nuestro Sevilla.
Muchos cambios en el once inicial de Emery, con Varas, Coke, Navarro, Cristóforo, Perotti, Rabello y Reyes. Siete “no habituales” vestidos de amarillo, y en una lista en la que se volvía a quedar fuera Rusescu, para un partido en el que se esperaba al rival encerrado y buscando alguna contra.
Empezaba el partido con dominio del balón sevillista, dominio sin peligro, sin remate a puerta, pero todo controlado… hasta que nos tiran dos pases, los centrales se vuelven locos, Navarro desaparece y se queda el delantero solo antes Varas, remate cruzado y 1-0. No se habían acercado hasta entonces, pero ya sabemos que al Sevilla con una te hacen el lío y hoy más madera.
Tras el gol, se vio al equipo con nervios, con imprecisiones y sin fútbol alguno. Los Reyes, Rabello y Perotti no generaban juego, Gameiro hoy desperdició lo poquito que tuvo, sobre todo un balón del uruguayo que no llegó a rematar el francés. Atrás Iborra perdía balones y defendía mal, solo Cristóforo se salvaba. Pareja lanzando faltas y Cala organizando como dos pequeños ejemplos.
Primera parte muy mala, sin fútbol, sin verticalidad y con muchos problemas atrás en las contras del Slovan. Y tras el descanso más de lo mismo.
“Despertaba” Emery metiendo a Vitolo y a Bacca por dos desaparecidos hoy (y casi siempre) Rabello y Reyes. El colombiano la primera que le llegó remato alto. Minutos más tarde entraba Alberto Moreno, en Europa sí con el 16, por Navarro. Flojo nivel del catalán, que dejaba el brazalete a Perotti, creo que el brazalete no lo puede llevar cualquiera y Perotti por mucho que lleve no lo merece, por muchas cosas.
Pudieron sentenciar el partido en una pérdida, otra más, absurda de Pareja que Varas envió a córner en un mano a mano contra el rival. Menos mal.
Y llegó la jugada que cambió el partido, un córner en contra, un balón largo para Vitolo que de primera se la pone a Bacca, el colombiano controla y regatea al portero que le derriba fuera del área. Roja clara y falta peligrosa. Falta botada por Perotti, el portero suplente no ataja, rebaña Cala y Gameiro solo de zurda manda fuera incomprensiblemente. Era el minuto 80 y era el primer remate a portería del Sevilla.
Y en el segundo remate entre los tres palos llegaba el empate sevillista. Pase entre líneas de Gameiro para Vitolo que ante la mala salida del portero toca suavemente y hacía el 1-1. Las ganas del canario que siempre aparece en los finales de partido.
A partir de ese momento fue un asedio sin criterio ni premio, el gol llegó en una triangulación, pero seguíamos colgando balones, eso sí en el último suspiro decidimos no colgar la pelota. Cosas.
Un empate, un punto, líderes de grupo con 7 puntos y ganando la próxima jornada en casa estaremos más que clasificados. Pero el juego del Sevilla no es ni mucho menos el esperado o el deseado, porque ya no sé si lo que se espera es lo que se desea.
Hoy en la ESPN se preguntaban por qué el Sevilla FC vestía de amarillo, cuando sus colores son el rojo y blanco, falta de respeto y de personalidad respondía su compañero…
Como dijo J.P. Sergent “el éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización”. Y mucha culpa de que falte de todo eso la tiene Emery… y Monchi… y Del Nido.
Y yo me sigo acordando de Rusescu, la persona.
ÁS_FdN
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