Una imagen, dos zanahorias, dos conejos presumidos y un tuit. Con eso me basta para escribiros mis reflexiones de hoy. Y muchos diréis, ¿y eso?
En la imagen que podéis ver, se muestra claramente cuá es la realidad de la sociedad en la que vivimos: unos se dedican a vacilar de nada porque nada tienen salvo una frondosa y muy verde colección de hojas inservibles, mientras que otros, con cara de normalidad, se dedican a cultivar su fruto, y aunque de puertas para fuera, no sea lo más correcto y estético, el resultado es inmejorable.
Como os digo, actualmente solo importa tener una buena presencia y aunque por dentro, el fruto esté podrido o sea casi inexistente, como el aparentar queda muy bonito, pues…pues eso.
Fijaos en la cara de incredulidad del conejo de la izquierda: cara de relajación, sin estrés y sabiendo que lo suyo es lo mejor, mira al fanfarrón con cara de ¿de verdad se siente importante?
Señores, la vida misma.
Este que os escribe trata de ser lo más correcto y «frondoso» posible, aunque como la pasión guía sus pasos, muchas veces no puede ni siquiera mostrar su zanahoria (por fea que quede la expresión…) ya que no se lo permiten.
¡¡¡¡Cuánto conejo con zanahorias mediocres hay en la vida!!!!
hablamos de zanahorias no? Cosas
AMEN!!!