Las ganas, tus ganas.
El deseo insaciable de poder, de ser notorio, de llamar la atención.
Querer aparecer en portadas de revistas sin contenido, de soltar tu discurso en programas de radio sin oyentes o pasando las madrugadas en platós de televisión vacíos.
Esas ansías de dominio sin control, de aparentar ser, sin serlo.
De querer y no poder, pero arramplando con todo a tu alrededor. Sin miramientos, caiga quien caiga, o quien se deje caer.
Reflejo de una sociedad vana, que esconde sus complejos mientras se mira en el espejo de los demás.
Las ganas, no las mías, ni las de muchos otros, tus ganas.
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