Mucho se hablaba en la previa de la cantidad de ingleses que venían, de la mala hora del partido y de los precios de las entradas. De las bajas y de la convocatoria plagada de canteranos. Pero todo el mundo se olvidaba de lo único importante, la afición, nuestra afición.
El sevillismo se puso sus mejores galas y tiró de garganta, de banderas y bufandas al viento. De esas palmas que nadie podrá nunca imitar.
Y el equipo se dejó llevar, se contagió de esa magia de Nervión y alcanzó la victoria. Corta, pero repleta de matices, de sufrimiento y de pasión.
La primera mitad fue tranquila, con algunos acercamimentos sevillistas y ocasiones claras, sobre todo de Munir, pero no se consiguió perforar la meta inglesa. Bono volvió a detener la más clara rival.
Una nueva lesión, de Rakitic en esta ocasión, propició la titularidad del marroquí en el engache, junto a sun compatriota EnNesiry.
En la segunda mitad, cuando más apretaban los ingleses, surgió esa magia desde un gol norte que no paró de animar, más que nunca, y que inundó al estadio completo. Tirando de clásicos e introduciendo cánticos nuevos. Levantando a todo el sevillismo y haciendo disfrutar hasta a los aficionados ingleses, que enmudecían ante el poder de Nervión.
Y con el «oh mete un gol…» retumbando en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Acuña botaba, con precisión, una falta lateral para que rematara, a bote pronto y con la derecha, Munir a la red. 1-0 y explosión de alegría.
Las ocasiones siguieron llegando, pero no conseguimos remachar ninguna y en la que tuvieron los ingleses, un magistral Jesús Navas evitó lo que parecía el empate.
Victoria en el partido de ida, resultado corto pero importante. Una nueva portería a cero, una nueva lesión, una nueva prueba salvada y van tantas que todo cobra mayor valor.
Partidazo de Tecatito y Acuña. Muy bien secundados por Oliver y Jordán. Enorme Gudelj en el eje central y lucha y entrega de Ocampos, algo egoísta, y de EnNesiry.
Esperando volver a tener, como mínimo, jugadores del primer equipo para completar una convocatoria. Convencido de que lo mejor sigue estando por llegar.
"...aquí estamos otra vez,
cuánto tiempo te eché en falta,
hoy por fin te vuelvo a ver..."
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