
Sólo era un símbolo, un lenguaje indescifrable para cualquiera menos para nosotros, una llamada de auxilio, un necesito hablar, un háblame que puedo. Sólo ese símbolo en la pantalla del móvil y sabía que estaría para mí, para confiarle secretos e inquietudes, y que yo estaría para escucharlo y aconsejarlo, ya no sabía bien si era como psicóloga o como amiga, fuera lo que fuese lo hacía con la generosidad que pensé que merecía.

Estábamos agusto charlando, teníamos confianza, la suficiente como para ser amigos sin pasar de esa línea imaginaria de las que todos estaban pendientes sin tener que estarlo, porque los límites los poníamos nosotros y ambos lo teníamos claro.
Qué difícil es hacer ver a la gente que la amistad entre un hombre y una mujer existe, pero más que difícil me parece algo tristísimo, porque seguimos encajonados en una sociedad tan encorsetada que no sabe ver más allá de sus narices o leer entre líneas.
Por eso inventamos nuestro propio lenguaje, un símbolo sin más que despertaba en el otro la alerta de que algo pasaba, de que nos necesitábamos sin ninguna otra vuelta de hoja, sin más intención que esa, la de necesitar un amigo.
Y funcionó, era del todo absurdo, pero funcionó, al menos durante un tiempo, porque de repente todo se desmoronó. Aquella amistad, en principio sincera, bonita y de verdad, repleta de confidencias y secretos que sabíamos que estaban a buen recaudo pasara lo que pasara, se tiñó de un ambiente enrarecido que provocaba nostalgia y decepción a partes iguales.
Del día a la mañana todo se esfumó, se fue como llegó, sin hacer ruído y de puntillas, quizás haciendo una herida más profunda que lo deseado… Ninguno dió el paso porque parecía que nunca se hubieran visto antes, como si aquella amistad nunca hubiera existido, o no fuera de verdad, y la sombra de la mentira lo enturbió todo.
Él por no profundizar en el problema, ella por evitar otro problema, ninguno habló y la lejanía se hizo presente entre ellos. Y, unque miraran el móvil deseando encontrar su lenguaje secreto, la @ nunca apareció.
Deja una respuesta