Respirar

Todos tenemos un sitio al que acudimos cuando ya no podemos más, cuando nos faltan las fuerzas, cuando necesitamos inspiración de las musas, cuando sabemos que todo y todos lo que nos rodean están de más, incluso de mucho más…

Hay quien tiene suerte y ya está allí, puede ser de ese lugar de toda la vida, pero tú fuiste una vez y ya no has dejado de ir, ni quieres dejar de hacerlo. No envidias a esa persona, pero desearías cambiarle tu sitio por un ratito al menos.

Empiezas a hablar a tu familia y amigos sobre ese lugar hasta tal punto de «jartibilidad» que te empiezan a llamar por el gentilicio de allí, con su correspondiente carguita, para qué engañarnos… ¡Incluso le preguntan a tu madre si vives allí! porque solo haces compartir cosas de allí y tus fotos poco tienen que ver con el sitio donde realmente estás, a veces para tu agotada paciencia. Cuentas los días para una nueva escapada mientras tu mesa no se ve entre tanta documentación.

Sabes que compartiste ese lugar, aquella primera vez, con alguien que podía ser más o menos especial. Y no sólo con ella, sino que después vinieron otras muchas personas que también eran importantes para ti y con las que compartiste algo que ya te iba envenenando el alma de forma tan bonita, pero esas mismas personas, a día de hoy, pueden no estar en tu vida.

Es entonces cuando te sientas, y dedicándote tiempo vas conociendo la historia de lo que comienzas a interpretar como tu sitio en el mundo, y te das cuenta: Estuvo, está y estará. ¡Y tanto que estará! Ahora es TU lugar, donde tienes un trozo de tu alma que te han robado sin pedir permiso, pero tampoco te enfadas por ello. Ahora quieres conocer a otros como tú y seguir con la expedición a la historia de tu lugar, mientras compartís historias propias y, por qué no, una buena tapa con cerveza. Ahora te sientes en casa, una nueva casa de la que aprender y por la que perderte. Y ya si tu casa es el País de la Alegría o la cuna de la libertad con 3000 años de historia, como es mi caso con Cádiz, ya no hay vuelta atrás… y respiras.