4ª jornada: un nuevo desastre

Tras el cierre del mercado de traspasos y con las aguas más calmadas a nivel mental, nos visita el Señor de las Palancas, el nuevamente todopoderoso FC Barcelona con Xavi, el nuevo Guardiola, al frente.

Esta vez no lo visitamos nosotros y el dentista ha venido a casa, parafraseando al tan Joaquin Caparrós.

Partimos de inicio con el siguiente once:

Bono – Montiel, Gudelj, Nianzou, Acuña – Fernando, Jordán, Rakitic – Lamela, Isco, En-Nesyri

La novedad táctica que presenta el equipo en los primeros minutos está en Fernando de central junto a Tanguy Nianzou y Gudelj de mediocentro.

Otra buena y lógica opción táctica es inundar el centro del campo, tirando ligeramente a Rakitic a la izquierda, En Nesiry y Lamela de extremos e Isco de falso nueve cayendo al centro del campo a pedirla.

Con todo esto de inicio, ritmo alto en el Sevilla y a los pocos minutos, Isco saca la varita y pone un balón de vaselina a Rakitic que el croata no acierta a rematar.

En el min.12, saqué de banda y de Acuña, balón de Jordan y Lamela anota en claro fuera de juego. En la siguiente jugada, lío en defensa con algún rechace extraño que termina en córner que se lanza sin más peligro.

Minutos después, cuando el Sevilla controlaba el encuentro, la posición y el Barça no existía, una jugada de Dembele que se la pone a Lewandowski en izquierda que dispara, Fernando saca sobre la línea aunque con la mala suerte que lo hace de manera defectuosa y Raphinha anota de cabeza el primero. Resultado injusto aunque en el fútbol, como Lopetegui ha demostrado en los últimos tiempos, lo que cuenta es ganar. Una pena.

Tras el gol, llegan imprecisiones, pérdidas de balones, de posición,… lógico.

La presión del equipo se diluye, caen los minutos con varias ocasiones sin peligro hasta que un centro desde el lateral de Kounde, a la espalda de Fernando, -previa pérdida de Jordan y aprovechando el hueco dejado por Montiel-. le llega al polaco Robert Lewandowski que no perdona y anota el segundo.

En el 46, con el tiempo más que cumplido, Dembele se disfraza de Messi hasta el último instante en que la echa fuera, teniendo a Lewandowski al lado pero ha querido meter el tercero y que lo saquen a hombros porque era de sombrerazo.

Un Barça evidente con el equipo que tiene, un Sevilla que ha durado hasta el primer gol y así se acaba la primera mitad del encuentro.

Arranca la segunda parte sin Jordan ni Gudelj, ambos desastrosos en la primera parte y encima Jordan con una amarilla, entran el canterano José Ángel para formar defensa de tres centrales junto a Fernando y Nianzou y entra también Delaney.

Minuto 50, jugada por derecha y el Barça saca el tapete de billar, coloca todas sus bolas, y golpea con el taco, Kounde da de cabeza el pase de la muerte y Eric García anota el tercero… todo esto con los 11 de blanco mirando. Estamos muertos…

Minuto 55, cambio hombre por hombre y debuta Kasper Dolberg marchándose un negado En Nesiry peleado con el gol y silbado, lógicamente, por una grada anestesiada.

Minuto 64, sale Suso por Montiel, con la esperanza de que el gaditano pueda aportar dejando atrás sus lesiones.

Minuto 70, se marcha Isco y sale el Papu que en la primera que tiene dispara de lejos y Ter Stegen bloca el balón sin más peligro.

Casi cae el 4º en el 72. Bono salva un nuevo gol del polaco y consigue la defensa despejar.

El partido de Raphinha es para enmarcar…

Siguen pasando los minutos, el Sevilla agoniza y solo Suso con más ganas que fútbol hace mínimamente algo pero todo, todo, absolutamente insignificante y siempre con la sensación de que el Barça puede meter los que quiera cuando quiera.

Y en el sopor y la cara colorada por la vergüenza de un equipo muerto, un entrenador muerto y un proyecto muerto llegamos al final del encuentro.

Poco más podemos aportar a esta crónica que no hayamos dicho en anteriores artículos. Da igual Valladolid, Osasuna, Almería o Barcelona, no hay nada, a día de hoy.

Os animamos a dejar vuestros comentarios y así nos desahogamos entre todos.