La ilusión de la Champions League, que suene su himno, esas estrellas,… hasta las cutres bombillitas led del estadio parecen bonitas con ese azul que programan y todo… ¿para qué?
La clasificación para Champions solo sirve para cuadrar los números de los accionistas mayoritarios, para que Monchi cobre lo que cobra y para que Pepe Castro siga pidiendo justificar sus emolumentos porque deportivamente es, en clave sevillista, hacer el ridículo.
Han venido Manchester City y todo el glamour de uno de los mejores equipos de la competición, Premier League, el que muchos consideran el mejor entrenador del mundo, el que puede ser el mejor delantero del mundo y un equipo de ensueño para matarse y competir hasta la extenuación. Nos ha visitado el Borussia Dortmund, ya sin ese mejor delantero del mundo pero con un equipazo, con internacionales en todos los puestos, con los centrales de la selección alemana, con un centro del campo potente encabezado por una de esas estrellas jóvenes que van a mandar en Europa en la próxima década e incluso, un clásico de la competición, un equipo serio, correoso y con oficio como el Copenhague. Hemos visitado a los dos últimos y… ¿para qué?
El miércoles jugamos en el campo del City y lo que debería ser una fiesta, un orgullo, será una tragedia y no puede ser más desagradable: no nos jugamos nada deportivamente hablando y lo normal, si los de Guardiola quieren es que los caiga un saco histórico. ¿Para esto queremos la Champions? ¿De verdad que os alegra más la cuarta plaza que una Copa del Rey, por ejemplo?
Estoy aburrido, cansado de discursos de aficionados que parecen hablar por boca del Presidente o de un dirigente, y solo comentan en base a los euros. Como si fueran a coger ellos algo…
La Champions solo vale si vas a competirla, como La Liga, como un torneo de solteros contra casados, solo vale competir. Y no me cuenten milongas de euros y más euros y muchos más euros que ahí tienen al Villarreal que con una estrategia de club de categoría y un gran técnico, han conseguido llegar a semifinales y el presupuesto es inferior al nuestro, pero claro, si vendemos a nuestros dos mejores centrales, que ya con ellos el equipo estaba muerto hace un año, no son capaces de “regalar” a la media plantilla conformada por exfutbolistas con contrato, acomodados y abuelos, y lo único que te traes es a un central que se pega tres Medea sin entrenar, a un niño más verde que nada, y nos apoyamos en Rekik y dos niños de la cantera, aún más verdes que el centralito del equipo b del Bayern, y encima, la ceguera absoluta de Monchi en no rescindir el contrato del anterior entrenador que ha destrozado a todos los jugadores, la mezcla es tan explosiva como la realidad que tenemos delante: desastre vergonzoso en Champions, en puestos de descenso y un equipo imposible de hacer funcionar.
¿Culpables? Lopetegui por ser tan malísimo, Monchi por mantener a Lopetegui un año de más, Pepe Castro por permitir que Monchi mantenga a Lopetegui y al final, entre todos lo mataron y él solito se fue a Segunda…
Champions… ¿así? ¿Para qué?
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