El partido comenzaba con un juego bastante igualado. En los primeros 10 minutos ambos equipos se intercambiaban la posesión y generaban ocasiones de peligro. Pedri y Luiz Henrique conseguían alcanzar las áreas contrarias, pero sin lograr finalizar ninguna acción. Destacable la acción defensiva del conjunto verdiblanco, que consiguió aislar al polaco azulgrana en la primera parte de partido (Robert Lewandoski), y la gran calidad de juego de Aitor Ruibal con y sin balón. Sin embargo, vimos a un Borja Iglesias poco presente y a un Fekir erosionado por las faltas cometidas hacia él.
Ya desde la primera parte, ya se venía generando polémica hacia Burgos Bengoetxea. El árbitro recibió durante los 95 minutos de partido silbidos y abucheos desde la grada con cada falta que los de Xavi Hernández cometían, pues en ningún momento enseñó una cartulina a estos.
En la segunda mitad del encuentro, el FC Barcelona fue adquiriendo dominio en el área contraria y generando cada vez más presión sobre la defensa de Pellegrini. Luiz Henrique cometió fallos arriesgados, que fueron aprovechados por la delantera catalana. Así, llegaban el primer gol, de Raphinha en el 65`, y el segundo en el 80`, de Lewandoski, que ya suma 18 tantos con el equipo.
El Real Betis, ya decaído, se vio beneficiado a cinco minutos del tiempo añadido, pues Jules Koundé hizo un pase hacia Ter Stegen y este acabó entrando en propia puerta. Fue la última oportunidad de motivación del equipo local, pero la tensión y la falta de ritmo se adueñaron de ellos, y acabaron con uno menos en el último minuto, con la expulsión de William Carvalho. El centrocampista vio la roja por, según Burgos Bengoetxea, protestar reiteradamente.
Señalar, por último, la integración de Abner Vinicius en la dinámica de juego y las paradas realizadas por Rui Silva, que fueron parte de lado positivo del club andaluz, que se ha quedado 6 en la tabla de clasificación, con los mismos puntos que el Villarreal.
El FC Barcelona coge distancia respecto al Madrid, posicionándose a 8 puntos del equipo de la capital, con 50 puntos y un Xavi Hernández contento con las progresivas mejoras del equipo, que se queda primero en La Liga.
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