Penúltima jornada de liga, reparto cuasi generalizado de cafinitrina para todos y solo los pocos que han llegado al final con los deberes hechos respiran aliviados y como en una clase: hay alumnos con sobresaliente, otros con un notable trabajado y muchos aprobados ramplones que se justifican en que su perro se comió los apuntes del trabajo de subida de nota.
Así, Real Sociedad, Villarreal y Real Betis rubricaron sus respectivas clasificaciones para Champions League los donostiarras y para la Europa League los otros dos.
Pero la fiesta total, fiesta por llamarlo de alguna manera y siempre desde el prisma del que lo ve como observador alejado, la zona baja. El caos sin límite, el rizo rizado y por rizar.
La nota triste del día, sin duda, el Espanyol. Pésima temporada perica, con un equipo con jugadores que suenan a otra cosa pero está más que comprobado que cuando no puede ser, no puede ser, y además es imposible y todo se vuelve en contra. Los Pacheco, Montes, Vinicius, Puado, Darder, Joselu ven como todos sus esfuerzos han sido en vano y entre sus mil fallos y los errores arbitrales,… el año que viene tendrán como objetivo claro el ascenso. Al menos los que queden en el plantel de Luis García.
Del resto, Cádiz y Getafe lograron sendas victorias, bombonas de oxígeno para enfilar la última jornada con claras opciones de salvación metiendo en el hoyo a un Valladolid y un Celta que se han complicado la existencia por pasividad y relajación.
Con todo esto, en la última jornada, el Celta recibe a un FC Barcelona de vacaciones, Valladolid y Getafe se la juegan en el José de Zorrilla, el Elche recibe a un Cádiz aún necesitado y el recién descendido recibe al Almería en esos partidos a vida o muerte.
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