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Triste, muy triste noticia la del fallecimiento de Domingo Pérez, masajista del Sevilla FC durante tantos y tantos años del primer equipo.
Hijo y nieto de otros ilustres masajistas, las piernas de Davor Suker , Ivan Zamorano, Diego Pablo Simeone y Diego Armando Maradona, entre otros, pasaron por sus manos.
“Qué carajo me importa el otro, pisalo! Pisalo!” Le recriminaba el célebre Carlos Bilardo al gran Domingo Pérez por atender a un jugador del Deportivo de La Coruña en Riazor, allá por 1993…
Nacido en el propio estadio, en la vivienda que tuvo su padre como guarda del campo, se dedicó en cuerpo y alma al club que, nos mejor dicho, lo vio nacer.
«El Sevilla FC desea unirse al dolor de los familiares y amigos de Domingo en estos difíciles momentos, a los que quiere trasladar, desde todos sus estamentos, su más sentido pésame. Descanse en paz«, anunció el club en sus medios digitales que en 2021, allá cuando le llegó su merecida jubilación, le entregó la insignia de oro del club por tantos años.
Se marcha un gran profesional, una magnífica persona y un gran sevillista. No todo el mundo puede decir que ha nacido en el Ramón Sanchez Pizjuan,
Descanse en paz.
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