Montaña mágica, olímpica, pero un campo prestado para esta temporada y no lleno.
El Cádiz CF, rebosante de ilusión, y más su entrenador, Sergio González, que regresaba a su casa, allá donde tantos partidos disputó con su Espanyol, visitaba a un FC Barcelona que sigue generando dudas y más dudas, con un equipo sin terminar. Estas son las excusas de los grandes… el Cádiz sigue sin cerrar su plantilla y no hay tantas excusas.
Una vez más, Conan Ledesma en portería era el héroe del cadismo; una y otra vez ha detenido lo que parecía imposible con un Fali por delante que es un muro de contención que casi nunca falla. Y decimos casi nunca porque después de todo el partido aguantando al equipo culé, ya en el 82, por un pequeño ladrillo mal colocado del muro, una pelota flojita de Lewandowski se cuela en el área y Pedri desde el suelo consigue anotar el primer e injusto gol.
Luego, con el equipo volcado en el empate, una pelota en largo la aprovecha Ferrán que había salido dando aire y tratando de ser solución y en el mano a mano vence a Ledesma poniendo en el 84 el engañoso 2-0 final.
Antes, durante todo el partido, el Cádiz dio la cara con un centro del campo donde el único que parecía desentonar era Ivan Alejo que no tuvo su mejor partido pero con un Rubén Alcaraz y un San Emeterio que dieron todo, con Chris Ramos muy voluntarioso.
Pero sin duda el nombre del partido es Roger Martí. El delantero tuvo en sus botas no sólo el 0-1, si no, el 0-1 y el 0-2 de no fallar ante Ter Stegen. Balón robado en la linea de medios por el propio delantero que se la quita a Balde, avanza solo hasta Ter Stegen y el guardameta alemán intercepta el balón evitando el 0-1.
Chris Ramos, con el 0-0 también tuvo una ocasión magnífica que se fue a córner tras otra intervención del alemán.
Saco vacío de vuelta a la Tacita, esperando la llegada del delantero charrúa del Trabzonspor, Maxi Gómez para darle más gol al equipo, y sabiendo que compitiendo de esta manera, el objetivo, y estamos solo en la segunda jornada, se debe alcanzar sobradamente.
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