La historia más grande jamás contada en clave sevillista o cómo tirar 20 millones de euros a la basura…
Rony Lopes o la historia de un fichaje turbio que llegó de la mano, pero en caminos contrarios a la venta del último delantero goleador del Sevilla FC al Mónaco, Wissam Ben Yedder rebajando aquellos 40 millones de euros a 20. Perdonen mi osadía pero no me lo creo. Los negocios turbios del fútbol seguro que deambulaban por ahí… o no.
Sea como fuere -malos pensamientos a un lado-, Rony es lo que se llama un mal negocio. Jamás fue aquel jugador que deslumbró en un Manchester City previo al Jeque, y que en Mónaco, y sobre todo en el Lille, parecía iba a ser carne de equipo grande. Para nada. Desde que llegó, todo fueron problemas… las cosas del fútbol que no siempre son tan fáciles como las queremos ver desde nuestros sillones.
El propio futbolista confesaba que «las lesiones arruinaron mi carrera y a veces me pregunto hasta dónde podría haber llegado si no las hubiese tenido. Me veía en el Real Madrid o en el Barcelona.”
Luego llegaron las cesiones; Niza, Olympiakos y Troyes, el primero con opción de compra que evidentemente no llegó a firmarse, fueron sus equipos y en esta última temporada mostró atisbos de aquel jugador que prometió ser.
Y llegó el verano de 2023 y Mendilíbar lo vio y hoy, se hace oficial su venta al Braga por 500.000 euros en objetivos. Sí, lo que leen. Vergüenza ajena. ¿La excusa? Los 4,5 millones de euros que se ahorra el club por su ficha. Insisto, vergüenza ajena.
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