Las visitas al FC Barcelona nunca son agradables, ni al Camp Nou, ni este año a Montjuic por más que los buenos resultados cosechados nos hicieran ver lo contrario.
Manuel Pellegrini, más reivindicativo que nunca, tanto en sala de prensa como en el campo, dispuso un once inicial con Chadi Riad junto a Bartra haciendo pareja de centrales, dejando a Pezzella en el banco y a Sergi Altimira sustituyendo al medio argentino Guido Rodríguez. A su lado un Marc Roca que fue sustituido ya cuando el partido era de goleada.
En las bandas, Hector Bellerín y Miranda, ambos pasaron por La Masía y fueron sobrepasados por los extremos blaugranas con demasiada soltura.
Por delante, Ayoze a la izquierda, Luiz Henrique por derecha, con Isco y William Jose en punta.
Dudar del baluarte más importante que tiene el club es complicado, por lo que cuestionar las decisiones del entrenador chileno duelen, pero ayer se equivocó; los partidos ante este tipo de equipos los deben afrontar jugadores más expertos para que las carencias de la juventud y la inexperiencia en paraísos importantes no se noten tanto y puedas tratar de competir de tú a tú, con equipos como este de Xavi Hernández donde el fichaje de Joao Cancelo dará mucho que hablar y el gran partido del defenestrado por el Cholo Simeone que ayer tuvo una gran actuación, el también portugués, Joao Félix.
Plantilla corta, muy corta para competir en Europa y en Liga como ha dejado ostenten el ingeniero.
Cinco goles en contra en una noche aciaga donde la intensidad y la intención no fueron adecuadas y donde desde el banquillo tampoco se aportaron soluciones.
Sensación de estar pensando en otras cosas y asumir la derrota. Aunque una goleada de esta envergadura, duele. Además, súmenle la lesión de Rui Silva, sustituido al descanso por el joven Vieites ante la también baja del veterano guardameta chileno Claudio Bravo.
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