una intensa velada futbolística en el Benito Villamarín, el Real Betis balompié afrontó una prueba crucial en la cuarta jornada de la Europa League contra el equipo chipriota Aris Limassol. Con la imperante necesidad de obtener la victoria, el Betis buscaba consolidar su posición en el torneo, recordando una victoria ajustada en la jornada previa en tierras chipriotas, donde Ayoze había marcado el único gol.
Manuel Pellegrini lideró al Betis con un once inicial que incluía a Bravo, Aitor Ruibal, Pezzella, Marc Roca, Abner, Guardado, William Carvalho, Abde, Rodri, Luix Henrique y Borja Iglesias. El equipo se lanzó con determinación al encuentro, destacando las incursiones de calidad de Luiz Henrique por la banda derecha y los disparos que despejó con solidez Vanna Alves, el portero del Aris. Los laterales del equipo chipriota lucharon contra los extremos locales, con Luiz Henrique y Abde siendo una constante amenaza con su búsqueda de profundidad.
Con el transcurso del tiempo, el Aris ganó más posesión y tuvo una oportunidad con Montnor, cuyo gol se anuló por un fuera de juego confirmado por el VAR. Este susto reactivó nuevamente al Betis, que retomó la iniciativa. La recompensa llegó con una excelente combinación entre Abde y Abner, culminando en un preciso centro del lateral brasileño, permitiendo a Borja Iglesias marcar el primer gol de la temporada.
Minutos después, Borja Iglesias tuvo la oportunidad de duplicar su cuenta personal, pero su remate tras una recuperación de Abde resultó impreciso. A pesar de los esfuerzos del Aris por equilibrar el juego, la primera mitad concluyó con el Betis liderando por la mínima, al igual que el Rangers mantenía su ventaja ante el Sparta de Praga, ampliando así la brecha del Betis sobre el tercer lugar.
La segunda mitad comenzó con el Real Betis algo adormecido. Un recién ingresado Bentsson sorprendió a la defensa bética, anotando al minuto de la reanudación, pero nuevamente el VAR intervino para salvar al equipo verdiblanco de un empate. Este incidente sirvió como advertencia, y el Betis reafirmó su autoridad con un segundo gol de Aitor Ruibal, aprovechando una colaboración desafortunada del portero visitante.
El Betis continuó presionando y tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja con un penalti provocado por Isco, quien inicialmente se preparaba para lanzarlo. Sin embargo, la entrada de Fekir al terreno de juego condujo a una de las imágenes memorables de la temporada, con Isco cediéndole el balón al francés. A pesar de no convertir, este gesto quedará grabado en la memoria de los aficionados béticos.
Con el Betis en control, el tercer gol llegó con una fluida combinación entre Isco, Fekir (quien proporcionó su primera asistencia) y Marc Roca, que venció a Alves sin complicaciones ajustando el balón al palo contrario. Sin embargo, el equipo se relajó brevemente, permitiendo que Kokorin marcara en una jugada aparentemente inofensiva.
El Betis disminuyó su intensidad, aunque con Bravo lesionado tras una intervención destacada, y con Rui Silva también lesionado, la situación planteaba un dilema en la portería. La lesión de Bravo podría ser catastrófica, y la incertidumbre respecto a la portería aumentaba. A pesar de este contratiempo, el Betis aseguró la victoria con un último toque de magia de Isco, quien con una asistencia de tacón permitió a Abde marcar el cuarto y último gol de la noche en el tiempo añadido.
La victoria del Betis, aunque contundente, no estuvo exenta de momentos de tensión y preocupación. A pesar de la euforia de la goleada, ciertos tramos del partido mostraron una disminución en la intensidad del equipo, destacando la importancia de mantener la concentración en los próximos desafíos.
Con la mirada puesta en el próximo derbi, el Betis se encuentra en una posición más favorable, aunque la incógnita en torno a la lesión de Bravo añade una capa de incertidumbre. El posible ingreso de Fran Vieites en la portería podría ser una medida necesaria. La noche culminó con una sensación agridulce, con la victoria asegurada pero con la sombra de las lesiones acechando.
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