…Y el pergamino mostró tan bella escritura, cual romance. La frágil pluma de cisne pareciera besar el tintero con suma delicadeza. Las palabras se deslizaban sin más, todo fluía, rima y versos se perdían ante tanta poesía…
Patricia Delgado
I
La pluma estaba lista para comenzar a escribir, el tintero la había dejado bien impregnada con esa tinta indeleble que la ayudaría a que miles de lectores finalmente leyeran su historia, el papel nunca apareció.
II
El tintero nunca había amado a nadie como a aquella pluma, sus movimientos gráciles al escribir siempre lo habían cautivado, ella se hundía lentamente en su tinta, haciéndolo sentir cosas que jamás había experimentado, aquel trágico día llegó, la pluma cambió de color al escribir y él vió como se hundía en otro tintero.
III
La vida de una pluma no es fácil, aquella tinta la moja cada cuantos trazos, mientras el tintero la observa bailar, avergonzada solo cierra los ojos, al fin y al cabo, de eso vive, es su trabajo.
Manuela Sánchez
Era una casa museo con pocas habitaciones y un pequeño jardín. Al entrar al despacho, una habitación casi vacía, lo que más llamó mi atención fue una pluma y un tintero sobre una mesa de madera maciza. Entonces imaginé a Cervantes concentrado, sentado en el sillón y escribiendo el Quijote.
Arancha Naranjo
I
Dispuestos sobre el escritorio estaban, tal como ella los dejó. Ya preparados para relatar sus nuevas aventuras. Pero ella salió de la habitación: Necesitaba vivir para poder escribir.
II
Formaban el tándem perfecto: él derramando la esencia mientras ella lo guiaba por dónde debía hacerlo. Todo en orden, todo pulcro. Pero no eran nada si no tenían dónde plasmar su incombustible amor.
III
Y con ellos se conseguía plasmar, de puño y letra, los sentimientos más puros, esos que ahora parecen haberse convertido en algo fácil e inhumano.
Rocío C Gómez
I
Coge tu pluma, tu tintero y dime al oído palabras de amor.
II
Escribe cien veces “los Microrrelatos son los lunes” y si manchas el pergamino de tinta, lo vuelves a hacer.
III
Escribe, escribano, que tu palabra refleje lo que sientes. No dudes en alzar la voz por escrito y abre tu corazón.
Juanma García
Un viejo escritorio crepitante, un cajón que no cierra bien, la llave con ese llavero de hilo de algodón y un papel amarillento pisado por un viejo tintero. Dejen volar la imaginación y escriban palabras de amor.
El Mendigo
¿Qué hay de nuevo amigos? Tanto tiempo sin vernos…he vuelto.
Ángel Salgado I
Mojado de tus adentros me esparzo libre por su cuerpo.
Ángel Salgado II
De pequeño historias de amor, con los años llenando de realismo esta locura de vida.
Ángel Salgado III
Quisiera que un día leyeras
todo aquello que te escribo,
ojalá que, por fin, entendieras
que es para ti lo que digo.
Ángel Salgado IV
Con la pluma de una gallina.
Y la tinta de un calamar.
Yo escribo todos los jueves
Y los domingos.
Una «jartá».
Ay mira, mira, mira
Lo mucho que te leo
Ay mira, mira, mira
A «tos» los compañeros
Ay mira, mira, mira
Lo mucho que te leo
Ay mira, mira, mira
A «tos» los compañeros.
Angelito y Juanmaría
Que nos tienen que aguantar.
Que nos dicen que es para un día
Y los mandamos cuando nos da.
Ay mira, mira, mira
Lo mucho que te leo
Ay mira, mira, mira
A «tos» los compañeros.
La Renacida
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