Último partido de la fase de grupos entre el Real Betis Balompié y el Rangers escocés en el Benito Villamarín deja un sabor amargo para los aficionados béticos. La maldición europea persiste para el Betis, a pesar de los esfuerzos y las expectativas generadas en el trienio europeo bajo la dirección de Manuel Pellegrini. El Rangers asaltó el fortín verdiblanco en una jornada que marcó la primera derrota como local en esta temporada y, lo que es más significativo, dejó al Betis fuera de la siguiente ronda de la segunda competición europea, relegándolo a la Conference League.
El partido fue un vendaval de emociones, especialmente en la primera mitad, donde la debilidad defensiva del Betis fue evidente. Con Marc Roca adaptándose como zaguero y William Carvalho en la medular, el equipo bético mostró vulnerabilidad, permitiendo las incursiones del animoso Rangers. A pesar de los desajustes defensivos, el Betis respondió al primer tanto del Rangers, anotado por Sima, con un zurdazo cruzado de Miranda tras una dejada de Borja Iglesias, estableciendo el empate.
Sin embargo, la fragilidad en la retaguardia del Betis volvió a manifestarse, y Dessers logró poner al Rangers nuevamente en ventaja. El primer tiempo fue un constante ir y venir, con ocasiones para ambos equipos, incluido un tiro al larguero de Guardado. Aunque Ayoze volvió a igualar el marcador con un disparo de rosca, la vulnerabilidad defensiva bética dejó margen para la sorpresa.
En la segunda mitad, el Betis intentó controlar más el juego, acumulando méritos para tomar la delantera. Oportunidades como un testarazo de Assane al larguero y un remate de Pezzella generaron expectativas, pero la fortuna no sonrió a los verdiblancos. El destino tomó un giro desfavorable cuando, tras una serie de rechaces en el área, Roofe anotó el tercer tanto para el Rangers a falta de 12 minutos para el final.
A pesar de los intentos del Betis por remontar, con el sacrificio de Pezzella incluso en funciones de delantero, el milagro no se materializó. El Betis, que aspiraba a superar la maldición de los octavos en la segunda competición europea, se ve ahora obligado a conformarse con la Conference League. Una vez más, la travesía europea del Betis deja un regusto de frustración y la necesidad de reevaluar su desempeño en el ámbito continental.
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