Sábado Santo, tres puntos más

La Semana Santa se acaba y podría haberlo hecho en el mismísimo calvario si no es por el gol del camero Sergio Ramos que hoy cumplía 38 tacos y la suerte que nos ha acompañado en esta salida profesional a Getafe.

Ataviados con túnica roja, la cofradía que ha dispuesto el Diputado Mayor de Gobierno, Quique Sánchez Flores formaba un cortejo en 5-3-2 con el noruego Nyland, bajo palio, perdón, bajo palos, salvador del encuentro con dos o tres intervenciones donde atuvo muy iluminado, con un primer tramo con Badé -tuvo que ser sustituido pasada la Carrera Oficial porque no daba una a derechas-, Sergio Ramos y Kike Salas, cubiertos por las alas por los argentinos Ocampos y Acuña.

En el segunda tramo estaban el croata Gudelj, que posteriormente fue trasladado de tramo ante las negligencia de Loic Badé, junto a Soumare y al que tiene cara de pertiguero, Óliver Torres y en el último tramo, Isaac Romero y el marroquí En Nesyri.

La propuesta, la de siempre y más tras el gol tempranero de Ramos: no hacer nada más que si hacemos algo la “cagamos” y rezar para que pase el nubarrón sin mojarnos.

La tragedia parecía desfilar por nuestras narices cada ciertos minutos y solo la escasez de puntería de los delanteros getafenses han impedido que el juego de Pepe Bordalás, se llevara algo más que la estampita intercambiada al inicio del encuentro.

Ocasiones fallidas no recuerdo, fallos miles, fútbol ninguno. Ya os digo, la penitencia de hoy ha sido ver este encuentro y la única satisfacción es ser perdonado de todos los pecados sevillista a con esos tres puntos que mantienen la distancia con la cofradía gaditana que en esta jornada ha vencido a la granaína sentenciándolos y apretando el tramo de la zona baja con Celta e incluso con nosotros mismos en esta Carrera Oficial tan traumática.

Tres puntos y a seguir rezando porque este año la resurrección consiste en salvar los papeles, sin terminar de perderlos. Maldita Junta de Gobierno.