Aún se hacen más increíble sus minutos en el terreno de juego y su tremendo golazo, cuando en declaraciones post partido reconocía que dos días antes no podía andar ni jugar con sus propios hijos.
Jesús Navas, Don Jesús Navas, campeón de todo, leyenda viva de la historia del fútbol, con un latigazo cruzado nos regaló uno de sus pocos pero importantísimos goles y tres puntos que nos sacan de los puestos de descenso y le da una bombona de oxígeno a Xavi García Pimienta, el cual, parecía encasillado en el olor a perfume caro y está resultando ser más inteligente que muchos que han pasado por Nervión.
Ayer, el equipo nada se pareció en el campo a su guardiolesco 4-3-3 de toque, de salida desde atrás, de sus interacciones y cambios de posición para sorprender al rival y tener mayoría en ciertas zonas del campo salvo en alguna ocasión en la que Pedrosa se incrustaba en el centro del campo con la salida del juego.
Ayer el equipo se dejó de florituras, no hay equipo para ello, y sin desplegar nada parecido a un buen juego, y partiendo de la base que enfrente teníamos a un correoso pero pésimo Getafe, con 5 o 6 bajas y sin fichajes de calidad de los que acostumbra Ángel Torres, este Sevilla de ayer fue menos arriesgado atrás con Nianzou y Marcao, con un Carmona que da todo lo que tiene y con Gudelj jugando en su sitio. Sin duda el serbio, sin ser nada parecido a Poulsen, Fernando, ni incluso Pep Martí, Duscher o Francisco López Alfaro, en el centro del campo se encuentra más cómodo, siendo capaz de crear y destruir sin que se le vean las costuras atrás y eso ayer el equipo lo notó. Agoumé es, de momento, un mal proyecto de mediocentro porque tiene todo menos sentido del posicionamiento y eso en el fútbol actual es vital.
Sow, que no es ni la sombra del jugador fichado, ayer supo no estorbar demasiado y acompañó a Gudelj en el centro. El mister se olvidó como decíamos de ese centro del campo con un medio y dos interiores y situó en la mediapunta con libertad a Peque, con Ejuke por izquierda, Don Jesús Navas en el extremo derecho, su verdadera posición, y arriba Isaac Romero.
La primera parte fue malísima, aburrida, anodina y sin mucho que aplaudir salvo el inconmensurable gol de Don Jesús Navas y las actuaciones de Isaac Romero que es un incordio constante para las defensas contrarias y que tuvo una buenísima y que salió rozando el palo izquierdo de David Soria.
En la segunda parte Peque tomó más protagonismo y como de todos es conocido, el Getafe decidió que no lo iba a dejar jugar. Recordamos varias jugadas de interés que no terminaron en nada por falta del rival, incapaz de llegar a la puerta de un Nyland que ayer destacó infinitamente más por sus pases en largo dejando en dos ocasiones en mano a mano con el portero a Isaac y a Don Jesús Navas donde ninguno logró materializar el segundo.
Tras los 15-20 minutos de rigor, cambios:
Don Jesús Navas dejó su lugar en el extremo entre lágrimas a Juanlu, un paupérrimo Ejuke a Lukebakio, Peque a Agoumé para aportar algo de músculo al centro del campo y finalmente, Marcao dejó su lugar a Kike Salas. El brasileño tras un golpe en la cabeza salió en camilla esperando que no sea más que el golpe y pueda seguir siendo el central zurdo titular del equipo.
Podríamos hacer sangre, sí; podríamos hablar de los dirigentes, también; podríamos escribir sobre las protestas de la grada, sin duda y sobre todo, deberíamos hacer hincapié en el estamento arbitral pero todo eso, lo dejaremos para próximos artículos para no ensuciar la primera victoria de la temporada, gracias al golazo de Don Jesús Navas.
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