
El Betis ha vuelto a saborear la victoria en El Sadar, un campo donde cada partido se convierte en una batalla de esfuerzo físico, juego aéreo y momentos de pura tensión. Tras los recientes tropiezos, incluido el doloroso derbi y las derrotas en la Conference League, el equipo de Pellegrini ha logrado imponerse a Osasuna en un encuentro sin dominador claro, pero que cayó del lado verdiblanco gracias a su capacidad de sufrimiento y a una puntería que apareció cuando más se necesitaba.
El partido comenzó con un Betis mandón. Los de Pellegrini, conscientes de la urgencia de un buen resultado, salieron presionando alto y provocaron el fallo en la salida de balón de Osasuna. Al minuto 6, el Betis ya había encontrado el gol. Fornals, llamado a ser el nuevo líder creativo del equipo tras la lesión de Lo Celso, vio el hueco a la espalda de la defensa navarra y puso un balón perfecto para Aitor Ruibal, cuyo centro fue aprovechado por Vitor Roque, quien apareció en el área para poner el 0-1. El delantero brasileño, que necesitaba recuperar confianza, celebró con rabia su primer gol en varias jornadas.
Sin embargo, como suele suceder en Pamplona, el ritmo frenético del Betis no duraría todo el primer tiempo. Osasuna, que hasta entonces había estado incómodo, empezó a ganar terreno pasados los primeros quince minutos. Los rojillos, bajo las órdenes de Quique Calleja, comenzaron a generar peligro principalmente a través de Bryan Zaragoza, que desbordó constantemente a un Bellerín que sufrió en defensa. A medida que se acercaba el descanso, Osasuna acumuló varias llegadas, pero la falta de puntería les impidió igualar el marcador.
El descanso trajo consigo un cambio de guión. Osasuna, fiel a su estilo combativo en casa, salió a por todas en la segunda parte. Los de Calleja tiraron de su ADN luchador y encerraron al Betis en su área. Rui Silva, el portero verdiblanco, se vio constantemente rodeado de camisetas rojas, y no pudo evitar que, en el minuto 52, Torró igualara el marcador con un cabezazo tras un córner. El gol de Osasuna era merecido y predecible dada la presión que ejercían.
Pero el Betis, a pesar de ceder terreno, encontró en la desorganización de Osasuna su oportunidad. Ninguno de los dos equipos controlaba el partido y el caos favorecía a los verdiblancos. Un error en la salida de Boyomo, el central osasunista, permitió al Betis recuperar el balón en una posición peligrosa. En una jugada estratégica, el balón acabó en los pies de Chimy Ávila, quien no perdonó y puso el 1-2.
A partir de ahí, el Betis se atrincheró atrás. Marc Bartra, que había sido clave en la defensa junto a Diego Llorente, tuvo que ser sustituido por Natan debido a unas molestias físicas. Y, ya en el tiempo de descuento, Natan, que apenas llevaba minutos en el campo, fue expulsado por una segunda amarilla, dejando a su equipo con diez jugadores para los últimos instantes del encuentro.
Pese a la inferioridad numérica y los nueve minutos de añadido,aunque al final fueron doce, el Betis supo mantener la calma y despejar los intentos desesperados de Osasuna por empatar. Diego Llorente se mostró sólido, liderando una defensa que despejó cada balón que llegaba a su área. Rui Silva también respondió con varias intervenciones clave.
Este triunfo supone una bocanada de aire fresco para el Betis, que necesitaba como el comer una victoria que les devolviera la confianza tras las recientes derrotas. Además, deja buenas noticias: Diego Llorente sigue mostrando un nivel excelente en defensa, Johnny Cardoso empieza a mejorar su rendimiento, y Vitor Roque, al fin, ha vuelto a encontrarse con el gol. Sin embargo, Pellegrini sigue teniendo trabajo por delante, sobre todo en el mediocampo, donde Cardoso, Roca y Altimira aún no han alcanzado el nivel necesario para sostener al equipo en los momentos críticos.
Con el calendario apretando, este triunfo llega en el mejor momento para que el Betis recupere la moral y afronte con optimismo los próximos compromisos. Pamplona, una plaza siempre difícil, ha sido testigo de una victoria que podría marcar un punto de inflexión en la temporada verdiblanca.

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