
Llegaba el Sevilla de Almeyda dolido a Vallecas tras la última e inmerecida derrota frente al Villareal en el estado Ramón Sánchez-Pizjuán. Con un once repleto de titulares, con la novedad de Cardoso por el siempre lesionado Nianzu. Odysseas, Carmona, Azpilicueta, Cardoso, Marcao, Suazo; Batista, Agoumé, Vargas, Alexis e Isaac.
La primera parte digna del horario, una lenta desidia sin protagonistas y sin fútbol. No hubo remates con peligro ni acercamientos dignos de señalar.
Tras el descanso, el Rayo tomó las riendas del partido y volcó su ataque hacia la portería de Odysseas que detuvo toda llegada rival. El griego demostró por qué es titular en lugar de Nyland, siendo el mejor del partido, con intervenciones demucho mérito. Dobles ocasiones y rechaces a bocajarro.
Parecía que en alguna de las llegadas llegaría el gol del Rayo, pero no fue así. Un balón bajado por Akor, que deja a Alexis, el chileno abre a la banda derecha donde aparece Carmona, control, centro al área y Akor remataba con todo al larguro y gol. 0-1, quizás inmerecido, como tantos otros puntos que se le han escapado a tu/mi/nuestro Sevilla injustamente esta temporada.
Alegría inmensa, ganar para seguir creyendo. Sumar para seguir confiando. Tres victorias consecutivas fuera de casa, y quien sabe si el domingo que viene, sumemos, por fin, dos victorias seguidas…
Muchas dudas, sí. Pero ganando se dijiere todo mejor y permite pararse a pensar que es posible.
