Noche de domingo 😉 de lunes y partido grande, visitaba el Ramón Sánchez Pizjuán el equipo de la capital del Turia, un Valencia de Champions algo venido a menos en la competición doméstica. Se esperaba un gran partido, frente a un rival directo por nuestra pelea, que no es otra que la del 3er o 4º puesto de la clasificación. Sobran los motivos ¿no?
Tu/mi/nuestro Sevilla tenía que dar una mejor imagen, porque pese al 4-0 al Karpaty, todavía seguía en nuestras mentes la bochornosa imagen del Camp Nou. Pero nada de eso se ha visto en Nervión. El partido a transcurrido con un ritmo lento, con momentos de cierta desidia y solo por destellos “ocasionales” ha parecido un partido oficial.
Tras un comienzo “de tanteo” y una ocasión para cada equipo, vino la jugada que cambió el partido. Un balón dividido es despejado por Cáceres, que recibe un plantillazo de un rival viendo sin discusión alguna la tarjeta roja. A partir de ahí se esperaba un partido plácido, además la lesión del portero rival nos ponía más de cara las cosas. Pero parecía que el Sevilla no encontraba “su” fútbol, Romaric no distribuía con velocidad y Renato no aparecía por ningún lado. Siendo Martín Cáceres el mejor “centrocampista organizador” de la primera mitad y parte de la segunda. Así es muy difícil que un equipo, que pretende optar a grandes cotas, genere algo de fútbol.
Sin centro del campo dependíamos de las bandas, pero Perotti en la derecha se pierde y Capel no está para partidos “cerrados”. Sí para partidos en los que el rival te deja espacios, como sucedió al final del partido. Aún así tuvimos alguna ocasión, un remate al palo de Luisfa y un buen remate lejano de Romaric que detuvo sin problemas el portero rival. Nada más. Con un portero lesionado, el Sevilla no remató más veces a portería ni colgó balones “comprometidos”. Nada.
Así con 0-0 empezaba la segunda parte, el Valencia pese a la descompensación de su sistema (tras la expulsión) no realizó ningún cambio. Nosotros tampoco. Pero no tardó mucho Manzano en mover ficha. Quitó a Romaric y dio entrada a Negredo. El de Vallecas no tardó ni 5 minutos en cambiar el partido. La jugada empieza en un robo de Cáceres (sin duda el mejor), que aprovecha el vacío en el medio, y se planta sólo (o solo, maldita RAE) al borde del área rival. Su derechazo es repelido por el portero, pero la pelota la recoge Negredo, que en el primer balón que toca hace el primero de la noche.
Pese al gol, y la superioridad, el Valencia buscó el empate. Incluso por momentos parecía el Sevilla el que andaba en inferioridad. Con el partido algo “loco”, Luis Fabiano tuvo una ocasión a pase de Cáceres que acabó en el larguero.
A éstas que Manzano realiza el segundo cambio, Alfaro (merece muchos más minutos y lo demuestra día a día) entra por un desaparecido Perotti. Y, al igual que Negredo, en el primer balón que toca llega el segundo y definitivo. Apertura magistral del “todocampista” Kanouté a Dabo, que pone un balón que el de La Palma solo tuvo que empujar…de cabeza! Otro más. J
Justo después del 2-0 pudo el Valencia acortar distancias. Un mal despeje de Dabo quedó suelto en el área y Javi Varas tuvo que demostrar (una vez más) que tenemos portero de sobra. Ya en la primera mitad le ganó la partida a todo un campeón del mundo. Cosas del fútbol, tras el posible 2-1, en la misma jugada pudo llegar el tercero. Negredo se queda sólo delante de la portería rival, pero esta vez remató al muñeco. Quizás Luisfa estaba sólo, quizás.
Con el paso de los minutos, tu/mi/nuestro Sevilla fue controlando el partido. ¿La clave? Retrasar a Frederik al centro del campo, y que todos los balones pasen por él. El ritmo lento del partido beneficiaba su juego. Ya que si bien es cierto que es muy difícil quitarle un balón al malí, tampoco es que hubiera mucha intensidad.
A mí, ver a Kanouté organizando el juego no me parece extraño, siempre lo ha hecho. Quizás a muchos menos metros del área rival, pero siempre ha estado ahí para la ayuda… en la organización. Pero ver esa jugada en la que baja a defender hasta el área y en la que se queda tirando el fuera de juego, a mí me da “penita”, no sé pero me la da.J Creo que deberíamos tener alguien que hiciera ese trabajo, pero aún así no sé yo si lo haría tan bien como el Gigante de Malí.
El resultado pudo ser mayor si Capel, ¡ay! que falta de gol la del almeriense, hubiera cruzado menos su disparo y no hubiera rematado al poste.
Al final, lo importante, tres puntos que nos meten en la lucha por los puestos de Champions (nos quedamos a 1) y alcanzamos a un rival directo. Seguimos invictos en casa en la liga y así es como se pueden conseguir los objetivos. Pero creo que nos hará falta algo o mucho más. Intensidad, salir a morder, a hacer daño cuando el rival está herido…en definitiva competir siempre con todo y contra todos. Quizás haya que hacer cambios, Negredo y Alfaro piden a gritos y con goles la titularidad. Renato merece un descanso, quizás con Zokora en el medio liberaríamos a Kanouté de tareas defensivas.
Queda mucho trabajo y Manzano debería saberlo. Aunque leyendo la prensa parece que yo vi otro partido. Quizás sea eso de tener un entrenador que cae bien y que todos querían… o no. Pero yo no he visto ni burreo, ni me acabo de convencer, ni he visto magia… y eso que hablo desde mi condición de sevillista. Hay que cambiar cosas, y sé que se harán.
Como decía el poeta alemán Novalis, de nombre real Georg Friedrich Philipp Freiherr von Hardenberg: «Cuando veas a un gigante, examina antes la posición del sol, no vaya a ser la sombra de un enano.» Y quizás ahora veamos un gigante, o nos quieran hacer ver eso…cuando puede que su tamaño sea menor. O no.
Por eso, yo desde la Morada amiga, abro mi alma nuevamente y “dando ejemplo” realizo mi cambio. Mi imagen va quedando más definida con el paso de las crónicas. Abro mi alma sevillista, cual pergamino que contiene alma de poetas. Aprendo de los mejores, de aquellos que intercambian sabidurías y experiencias en el calor de los suyos con jarra en mano. No me quito mi pañuelo, porque representa unas ideas, incluso iría a la batalla. Mi bata refleja que me siento en mi Morada, con los míos. Medias negras, las de los tiempos de gloria. Y unas alas… todo ello bajo esa bandera de mis amores, blanco y rojo.
el guerrero says
9 noviembre, 2010 at 10:20Ayer, via twitter, el talibán sevillista que se cree importante por tener un blog, decía que el Sevilla le había dado un burreo al Valencia. Como tú bien dices, querido filósofo, el partido ha sido para colgar a todos y cada uno de lo sjugadores que han saltado al campo con la excepción de Varas, M.Cáceres y Alfaro, Negredo y Kanouté. Por el Valencia salvaría a Joaquín…los demás dieron imagen de partido de solteros contra casaos y evidentemente, los casaos, por edad, eran los de blanco.
Partido que si no fuera por el 2-0 sería el causante de críticas duras hacia el entrenador, la plantilla y toda la directiva.
Señores periodistas, señores socios y señores sevillistas en general, no bajemos el nivel de fútbol. El Sevilla aburre, sigue sin jugar a nada, pero ahora, como dice el filósofo no hay uno de la casa en el banquillo. Da penita ver a jugadores andando. Basta con decir, que Cáceres fue el mejor porque fue el único quer parecía que quería correr…LAMENTABLE con letras mayúsculas. Una vez más, papelito para Dabo y F.Navarro. Renato sigue arrastrándose y Romaric ayer no apareció. De Luis Fabiano, poco más puedo decir. Ya se lo dije todo en la crónica del partido contra el Karpaty.
Me has puesto los pelos de punta con tu final, me gusta tu forma de expresar y alucino con tus «proverbios» hechos frases, célebres ahora que tú las usas…
Canijo de Triana says
9 noviembre, 2010 at 12:37Yo tampoco vi ningún burreo ni tampoco un partidazo, los últimos minutos pudieron haber marcado alguno más pero yo creo que debido a que el Valencia estaba roto, no al «poderío» del Sevilla F.C. de hecho cuando leí los periódicos también tuve esa sensación de: ´¿que me están contando?, hablan del partido de hoy??´» esa sensación me confirma que prefiero mil veces leer la crónica de alguién objetivamente parcial como mi/tu/nuestro filósofo 😉 que leer ases, marcas y ya incluso talibanes…ahora tengo otro talibán, será que soy un chaquetero… 🙂
el guerrero says
9 noviembre, 2010 at 13:05Canijo, no tienes otro talibán, sólo tienes la voz escrit de un sevillista de corazón, de los que cada latido es una palmada del Sánchez Pizjuán, y cada aliento un «Sevilla aaaaaaaahhhhhggg» El otro día tuve una «trifulca via twitter con el único talibán, el que siempre cree que la Directiva del club lo hace bien y el equipo es maravilloso, y piensa que todo aquel que cree algo diferente es que es maniulado por la prensa de Madrid…absurdo.
Me alegro que tu diario, en sevillista, sean las filosofadas del crack de Nervión. Ahora más que nunca debemos vender realismo para volver a crecer…
E insisto, este Sevilla no burrea a nadie…
JesúsRG says
9 noviembre, 2010 at 16:27A ver si me voy a tener que poner a repartir jabón de lagarto para que más de uno se limpie la boca antes de hablar de mi luz, mi faro y mi guía 😉 Y sí, el centro del campo del Sevilla da pena. Cuando el otro día nos quedamos con uno menos Vs. el Athletic éste parecía el Milán de Van Basten, y ayer no veas el trabajito que nos costó ganerle a un mal Valencia con uno menos casi todo el partido. Pero bueno, a un punto de Zona Champions. Viva el sevilla. Por cierto filósofo, este año 3 de 3 en la bombonera. A ver si el fichaje estrella voy a ser yo 😀
Canijo de Triana says
11 noviembre, 2010 at 01:50anda que no, yo creo que te puedes hacer pasar por Kone 🙂