¿Somos realmente como nos pintan? ¿Somos de verdad como piensa la gente? ¿La fama de la que nos tildan a extramuros de la ciudad es real?
Posiblemente la respuesta a todo esto sea SI…aunque muchos dirían que NO. Sabida es la dualidad existente en mi bendita tierra.
Todo esto nace tras una conversación con una amiga jaenera en la que tras varios sucesos comentados que no vienen a cuento, me sale con que los sevillanos es que somos muy cerrados, que no me queje de mi Hermandad y de que existan grupos cerrados e inaccesibles en ella porque nosotros somos así y que además estamos encantados de serlo y que ella reconoce que gracias a eso tenemos lo que tenemos…
Proseguía su discurso diciendo que estamos superorgullosos de todo lo que tenemos pero que el foráneo se siente muchas veces mal por estar desubicado y fuera de sitio. A sus palabras yo le respondí que ella había tenido muy mala suerte, y que siesos hay en todas partes. Ni todos los sevillanos son siesos y que por lo general acogemos a la gente de la mejor forma posible. Conocidos son los casos de Carlos Herrera, Iñaki Gabilondo y otros tantos «extranjeros» que vienen a Sevilla, se enamoran de la ciudad y de su gente y se quedan para siempre…Yo le repliqué diciéndole que en mi caso, en los años de carrera tuve la suerte de ejercer de anfitrión de muchos extranjeros de Andalucía y estaban encantados…
Continué en mi exposición diciéndole que todo esto lo fundamenta los críticos usando nuestra Feria de Abril. Yo le decía y os digo a todos que nosotros somos así y que yo me tomo lo que haga falta con mi gente, mis amigos y los amigos de mis amigos, pero con nadie mas. Y le recordé una conversación que tuve con un gadita del Puerto de Sta María en el que me decía que no podía entrar en ninguna caseta. A eso le dije, primero que no es cierto, porque hay casetas publicas y lo segundo que él para que quería venir a la Feria de Sevilla si no es con un amigo sevillano…
Tema de los que realmente me afectan porque nos tildan de lo que no somos, o si, quien sabe…
Sólo decir una cosa, no cambio mi bendita ciudad, sus maneras y sus costumbres por nada del mundo. Eso es lo que hay, y al que no le guste…!!!Puerta!!!!
el filosofo says
16 enero, 2012 at 12:29Estas conversaciones acaban siempre igual y lo único que yo siempre saco en claro es que primero, por supuesto que Sevilla es una ciudad dual (fíjate que tú y yo y los dos somos sevillanos jajaja!!) y tan dual que permite la convivencia de sus dos caras. Y segundo que si vienes a Sevilla y haces por conocerla de verdad, te enamoras. Yo me enamoré de Cadiz, Granada… porque fui con el corazón limpio y sin odios ni tópicos de catetos y aburridos…
Como siempre digo…cada vez que me voy de Sevilla me doy cuenta de lo hermoso que es vivir allí…y cada vez que vuelvo recuerdo que nada ha cambiado…
un beso a todos!!