Me siento a escribir mis sensaciones y recuerdo un post de Ayfe en su blog personal fuera de la Tribu sobre estas mismas sensaciones.
En él, Ayfe, explica sus sensaciones un día cualquiera en una copistería cualquiera…hoy ha sido cuando lo he vuelto a sentir.
Os lo cuento: llevo meses queriendo comprármela. La anterior, aunque me daba el apaño no era del todo practica e insisto no me terminaba de llenar.
El caprichoso que llevo dentro salió una mañana a comprar una toalla playera y algunas cositas para un fin de semana de relax. Las cosillas eran necesarias así que no hubo más remedio que cumplimentar con lo establecido; la toalla era un abuso. De mi toalla anterior prefiero no decir nada…
Pues caminando por los eternos y seductores pasillos de un gran centro comercial te encontré; al principio no fuiste tú, tus compañeras de estantería no me gustaban, no eras tú. Me pongo a rebuscar y a rebuscar como alma que se lleva el diablo -¿Diablo? ¿Infierno?De alli volví no hace mucho…- y ¡Zas! ¡te encontré!
Ustedes diréis que soy tonto, un niño chico, pero muchos entenderéis que una carpeta nueva con sus fundas de plástico nuevas, a estrenar…ese olor a plástico, y…(se me hace la boca agua…) Los caprichosos con alma de niño me entenderéis cuando os digo que posarme frente a una pared llena de lápices, rotuladores, gomas, tijeras, y pizarras vileda no tiene precio…¿Verdad Niño del Zurraque?
Ufff al niño del zurraqueje no se le puede llevar a esos sitios!!! Xq cuando consigues q coja una simple goma Milán se va » corriendo» a la parte de herramientas… Q digo yo …de casta le viene al galgo?