La misma mirada de ayer…
Me fui y te dejé mirándome con esos ojos en son de guerra, ese labio roto en la comisura y tu cara guerrera que se clavaba en mi cada vez que nos encontrábamos.
Ha pasado el verano, dos meses de calor donde no sé muy bien que habrás hecho, si has sufrido, si has sido feliz…Solo sé que tu cara al verme no ha cambiado, te recuerdo tal cual.
Yo, he de reconocer que no me acordaba de ti,a pesar de que la primera vez que te vi, sustituta de tu anterior, me causaste una grata impresión. Más atractiva que la anterior y esos ojos…
Hoy nos hemos vuelto a encontrar cara a cara, mismo lugar, mismo clima, horario diferente y, sin embargo parece que nada ha cambiado en ti. El verano no te ha cambiado nada. El paso de los días apenas ha dejado menos rasguños en ti y eso que se aproxima lentamente tu final…
Hoy nos hemos vuelto a encontrar, te he vuelto a mirar embobado y tu ahí sin decir nada.
Hoy me he vuelto a encontrar contigo, viejo póster~calendario y tu cara aunque más vieja sigue igual.
el filosofo says
28 agosto, 2012 at 13:19las caras y las miradas hay que mirarlas muy a menudo para no darse cuenta de que cambian… y aunque las de un póster no cambien realmente, si lo hace nuestra forma de mirarla..así que también hay cambio.
Grande Guerrero.