Un día gris

Reflexiones de uno de esos días que sin saber por qué y sin tener un motivo aparente todo se vuelve gris. Gris como el cielo que ha amanecido hoy en mi tierra tras meses de sol radiante, gris como esos comentarios que ni son blancos ni son negros; simplemente gris…

Gris como el alma del que no se moja en las decisiones anteriores; gris como esas nubes que le dan tristeza a mi tierra; tristeza que empaña mi alma, mis sentidos y todo mi ser.

Pues hoy es uno de esos días en los que me ha costado arrancar, en los que la apatía y la desidia de apodera de mi. Y todo sin mirar al cielo…

No necesitaba levantar mi mirada, el aire húmedo y el cantar de los pajarillos presagiaba que el encapotamiento del techo del cielo estaba como yo, o yo como él.

¿Motivos? Ninguno importante, el día a día y el ver que no se termina de remontar una situación que definirlo de laboral suena a broma. Uno de esos días…

Uno de esos días en los que no te conformas con lo poquísimo que tienes, uno de esas rayas en el agua.

En fin señores, un escrito triste, podemos decir que gris. Un escrito que no dice nada pero que lo dice todo de un momento puntual en el que una angustia extraña recorre mi pecho, sin malas noticias ,o al menos, sin nnoticias especialmente reseñables como malas.

Solo el día a día…Mañana lloverá y esperemos que el agua arrastre los malos espíritus, las malas sensaciones y podamos brillar los dos.

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