Qué verdad más absoluta la que dice que hay tipos y tipos. Quizás fuera de contexto no quiera decir mucho; posiblemente nada, pero cuando estamos tocando un tema concreto con esa expresión se dice todo.
Hoy me vengo a esta Morada para hablar de tipos y tipos y lo haré en género femenino. Luego sabrán por qué…
Tipos y tipos, de todo tipo: más bonitas, más feas, más largas, más adornadas, más coquetas, más baratas, más calientes… -uy uy, ¿Más calientes? – este guerrero siempre pensando en lo único…
Y como hay tipos y tipos, también están las menos bonitas, las más cortas, las menos adornadas, las que pasan de coqueterías, las, por desgracia, caras, y las frígidas.
-¿Ya estás hablando otra vez de mujeres?, me comentaréis alguna. Tranquilas y no os adelantéis…
Y como tipos y tipos hay, hay una elección de por medio y con esto, los problemas que acarrea la decisión. ¿Qué prefieres, una que te salga barata, que sea más o menos larga, muy coqueta y que sea frígida o una que te salga cara, no muy larga, con su toque de coquetería y muy caliente?
La respuesta es complicada porque en el mundo de los tipos es como en el de los colores; cada uno tiene su gusto.
Esta mañana temprano me hice esta pregunta a mí mismo porque, debo reconocerlo, me equivoqué en la elección. Cogí la larga, coqueta y no precisamente barata y, deseché la otra opción que, aunque coqueta y también larga, era sobre todas las demás cosas, caliente.
En días como hoy, lo mejor es acertar y elegir la bufanda más calentita que tengas, porque hace un frío considerable.
Un beso, escojan bien y sobre todo no tengan dudas, porque ante la duda…(ya se sabe)
el filosofo says
17 enero, 2013 at 18:10Yo siempre he sido más de pañuelos…y de tipas… jajjaja!! 😀